Dios pidió al profeta Oseas que tomara por mujer a una fornicaria, que luego de un tiempo comenzó a tener amoríos y fue esclavizada. Entonces, Dios manda al profeta que la compre, que pague el precio y traiga consigo, no a una esclava, si no a una esposa. De esta relación, nacieron varios hijos, cuyos nombres representaban primeramente semilla de destrucción y poca compasión. Tal era la condición del pueblo de Israel. Pero Dios cambió el nombre de aquellos hijos, que ahora representaban el pueblo de Dios, la semilla de Dios.
Dios, por su amor, transforma todas las cosas; lo que un día es semilla de destrucción, Él lo torna en su semilla. Aquellos de los que un día no podía tener compasión, por su amor, Él los reconoce como su pueblo, Él los hace suyos, los acerca a Él, los apega.
Tú tienes que apegarte a Dios por encima de todas las cosas. Tu apego tiene que ser para Él, no por condenación y miedo al infierno, sino porque de tal manera te amó Dios a ti que no te queda a ti más remedio que amarle, por imitarle, porque su amor para ti nunca ha acabado y, cuando se supone que acabe, Él comoquiera busca cómo amarte una y otra vez.
Tu vida y tus relaciones van a tener un giro de 180 grados, tu amor sin filtros va a provocar que la naturaleza de los que están a tu alrededor cambie. Pensarás que es imposible, pero tu amor, el amor de Dios a través de tu vida, puede más que cualquier cosa, que cualquier problema, dificultad, situación.
Ama sin filtros. Apégate a Dios por encima de todas las cosas; no te apegues a la gente. Podrás amar, no por pasión, sino porque has dado una promesa de que vas a amar a pesar de todo. Si vives de esta manera, vivirás una vida plena de satisfacción, y verás la mano de Dios obrar a favor tuyo.
Quizás, hoy, tú tienes tu tanque de amor vacío, piensas que ya no puedes amar más; pero Dios te hace llegar esta palabra hoy para que entiendas que, si te apegas a Él, encontrarás la fuente del verdadero amor, y siempre tendrás las fuerzas para amar; y el potencial de ese amor es la transformación de la naturaleza de todos los que están a tu alrededor. Aquellos que eran semilla de destrucción, se convierten en la semilla de Dios; aquellos de los que no se podía tener compasión y misericordia, ahora Dios se compadece; aquellos que estaban totalmente separados de Dios, ahora son transformados en la gente de Dios. Es un cambio total de naturaleza, lo que ha pasado contigo, y lo que ha pasado a través de la historia con nuestro Dios, es lo que puede ocurrir en tu historia, con tu familia, con tus hijos, con los que están a tu alrededor.
Aunque mueras en el intento, atrévete a tratar de amar sin filtro, amar sin juzgar, sin prejuicios, por encima de todas las cosas, que tu promesa de amor sea tan grande que vaya por encima de cualquier emoción que sentías, que sientes o que ya no sientes.
El poder del amor de Dios puede transformar todas las cosas.
Puede que, hoy, tú estés vacío en tu interior, que pienses que no tienes capacidad de amar por todo lo que has pasado, que aunque trates, no puedes. Pero mira hoy cómo Dios te ama a ti, permite que su amor fluya a través de ti. Cuando tú recibes el amor de Dios, primeramente, y lo entiendes, entonces, de esa misma manera, te atreves a amar a la gente a tu alrededor, y comienzas a ver cómo Dios cambia todas las cosas.
Si, hoy, tú te sientes vacío en tu interior, incapaz de amar, oramos por ti. Hoy Dios llena e inunda tu corazón, tu mente. Experimenta el amor de Dios de una forma sobrenatural, y ama a un nivel al que nunca lo habías hecho. Procesa tu vida a través del amor de Dios, y tú vas a ver la mano poderosa de Dios obrar a favor tuyo.
El poder de Dios se manifiesta en tu vida, mientras tú caminas y actúas en el amor de Dios. Transmitir el amor de Dios trae resultados a tu vida.
