“He aquí, bienaventurado es el hombre a quien Dios castiga; Por tanto, no menosprecies la corrección del Todopoderoso.” Job 5:17 (RV60)
Elifaz está dando por sentado que el sufrimiento de Job se debe a la disciplina de Dios y que la clave es esperar con paciencia y trata de darle un toque positivo al decirle que es bienaventurado. Sin embargo, esto no es así, Job no está siendo disciplinado sino probado.
No obstante, se nos enseña cuál ha de ser la actitud correcta frente a la disciplina, que generalmente no nos agrada, no menospreciarla, sino aceptarla. Lograremos esto más fácilmente si recordamos que Dios disciplina a los que ama y a los que son Sus hijos, pues quiere ver en nosotros frutos de justicia que reflejen Su carácter. A través de la disciplina somos corregidos y nuestro caminar enderezado. A través de la prueba nuestra fe es afirmada y crecemos en el Señor. Por lo tanto, sea cual sea la causa de las dificultades que estemos afrontando, debemos gozarnos sabiendo que Dios está obrando algo en nosotros y pronto saldrá a la luz, y que quien nos formó y conoce mejor que cualquiera, está en control. A pesar de la tristeza de una pérdida, material o emocional, podemos experimentar confianza, pues sabemos que Dios nos ama y que al final veremos Su buena obra en nosotros. Qué bueno es saber que Dios ha prometido estar con nosotros en medio del fuego y de las aguas.
Oración
Amado Padre Celestial, conocer Tu bondad, fidelidad, inalterable amor, hacen que los momentos difíciles sean más llevaderos, pues Tú eres mi Esperanza. Te ruego que no me dejes desviar la mirada de Ti, para poder pasar la prueba. Gracias Señor por no dejar de trabajar en mí… ¡Te bendigo mi Jesús, amén!
