Qué interesante que vemos a Eliseo sentado junto a las autoridades espirituales y civiles de la ciudad de Samaria. Me parece que esa escena es bien importante porque nos muestra la necesidad de que la Iglesia de Jesucristo en estos tiempos proféticos que yo creo que estamos comenzando a vivir sea una presencia también en los lugares donde se procesan las decisiones políticas y civiles de nuestra sociedad.
Dios está llamando a Su Iglesia a tomar un lugar importante en las deliberaciones públicas de nuestras naciones. Dios está llamando a Su Iglesia a comenzar a involucrarse en los asuntos del gobierno, los asuntos de los medios de comunicación, el aspecto financiero de nuestras naciones, los aspectos gubernamentales y económicos, los aspectos culturales, donde se hacen las grandes decisiones, en las universidades, los sitios académicos.
Dios está llamando a Su Iglesia a sentarse con los ancianos de la ciudad en otras palabras. Y la Iglesia tiene un lugar muy importante que jugar. Como vemos aquí el profeta Eliseo que representa la Iglesia de Jesucristo, representa la Presencia de Dios en las naciones está sentado deliberando con las autoridades del país y de la ciudad.
Y Dios nos está llamando en este tiempo a preparar un grupo de hombres y mujeres llenos del Espíritu Santo pero también preparados para dialogar a esos niveles que penetren en las estructuras de la sociedad para declarar la Palabra de Dios, declarar los juicios de Dios, declarar los principios del Evangelio y que esos principios como una levadura penetren los fundamentos de nuestras ciudades y nuestras naciones y discipulen a las naciones y a las ciudades y establezcan los principios del Evangelio en los fundamentos mismos de nuestra sociedad.
Y eso es lo que yo creo que ejemplifica e ilustra ese momento donde vemos a Eliseo dialogando con las autoridades. Es tiempo de que nosotros sepamos que Dios está llamando a la Iglesia; yo profetizo aquí al decir que vienen tiempos en que la Iglesia de Jesucristo será llamada a sentarse junto con los ancianos de nuestras ciudades y nuestros países para declarar los juicios de Dios, declarar la Palabra de Dios, para asociarse íntimamente con las autoridades civiles pero desde una perspectiva de dictar la Palabra de Dios y los deseos de Dios para nuestras sociedades.
Tenemos que estarnos preparando para eso, tenemos que estar preparándonos para ese momento y pidiéndole al Señor que nos dé la Palabra de autoridad para nuestras naciones. En el Nombre de Jesucristo así lo declaramos, que el Señor les bendiga y continuaremos con nuestro estudio más adelante.
