Porque en mí ha puesto su amor, yo entonces lo libraré; lo exaltaré, porque ha conocido mi nombre. Me invocará, y le responderé; yo estaré con él en la angustia; lo rescataré y lo honraré; lo saciaré de larga vida, y le haré ver mi salvación. Salmos 91:14-16
«Ninguna arma forjada contra ti prosperó porque yo detuve cada flecha. Lo que tocó a otros no te tocará a ti. Escuché al Espíritu del Señor decir: Cuando ni siquiera sabías que el peligro venía, yo intervine. Detuve lo que se construyó en la oscuridad. Destruí lo que fue enviado en secreto. Las flechas eran reales, pero también lo era mi mano. Esta es tu confirmación: No solo estás sobreviviendo, estás siendo preservado para una gran manifestación. El mismo fuego que quemó a otros no dejará marca en ti. Estás vestido con una cobertura que no puede explicarse, solo puede revelarse. Por eso no estás quebrantado. Por eso sigues de pie. La protección sobre tu vida no es accidental; es providencial.»
Isaías 54:17 Ningún arma forjada contra ti prosperará, y condenarás toda lengua que se alce contra ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos del Señor, y su justificación viene de mí —declara el Señor.
«No solo eres favorecido, eres fortalecido. La tormenta ha pasado, pero tu casa aún permanece de pie. El ataque comenzó, pero el cielo lo detuvo. Eres una contradicción andante a la agenda del enemigo. Cada flecha falló. Cada trampa colapsó. Cada obra fue deshecha. Ahora viene la recompensa. Ahora viene la transformación. Prepárate para una exaltación divina con pruebas innegables. Dios no solo te protege, te marcó. Has estado escondido a plena vista, y ahora estás a punto de ser revelado en plena gloria. En el poderoso nombre de Jesús.»
Salmos 27:5 Porque en el día de la angustia me esconderá en su tabernáculo; en lo secreto de su tienda me ocultará; sobre una roca me pondrá en alto
«Sobreviviste a aquello que fue enviado para destruirte, no por suerte ni por casualidad, sino por protección divina. Porque lo que intentó silenciarte ha hecho tu voz más fuerte. Porque lo que vino a despojarte ha despertado el peso de gloria dentro de ti. Porque no saliste del fuego ileso, ¡saliste empoderado! Ahora escucha esto en el espíritu: ¡El cielo ha emitido un mandato! Porque la restauración total viene a tu casa. Cada oportunidad robada. Cada promesa rota. Cada vez que fuiste ignorado, olvidado o maltratado, ahora está siendo evaluado en la justicia del Cielo. Y la balanza se está inclinando a tu favor.»
Salmos 17:2-3 Que mi vindicación venga de tu presencia; que tus ojos vean con rectitud. Tú has probado mi corazón, me has visitado de noche; me has puesto a prueba y nada hallaste; he resuelto que mi boca no peque.
«Porque esto no es solo recuperación, ¡es recompensa sobrenatural! Estás entrando en un tiempo donde la pérdida se convierte en ganancia, la traición en promoción, y el dolor en combustible profético. Dios no solo está restaurando lo que fue robado… ¡Está multiplicándose sin medida! Porque este es un momento profético en el tiempo, donde tu dolor del pasado se convierte en la plataforma de tu predicación pública. Vas a testificar. Vas a levantarte. Vas a tomar lo que otros perdieron. Tú eres la señal. Tú eres la tormenta. Tú eres el cumplimiento de la profecía. Está hecho. Está sellado. Este es tu tiempo.» (Una palabra de Richard Elías James)
Salmos 176.7 Yo te he invocado, oh Dios, porque tú me responderás; inclina a mí tu oído, escucha mi palabra. Muestra maravillosamente tu misericordia, tú que salvas a los que se refugian a tu diestra huyendo de los que se levantan contra ellos.
con amor y oraciones,
