Constantemente vivimos nuestra vida llena de preocupaciones con nuestras tareas de trabajo y cada día nos esmeramos por darle atención a nuestra familia; que a veces nos olvidamos que debemos pausar y darle gracias a Dios por todo lo que Él nos da diariamente. El darle gracias a Dios por todo lo que tenemos debe ser siempre algo constante en nuestras vidas. Dándole gracias al Señor constantemente debe ser una marca clave de una persona que tienen a Cristo en su corazón.
Pablo nos dice: «Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.» (I Tesalonicenses 5:18)
Es difícil darle gracias al Señor cuando tal vez nos falta trabajo y no podemos suplir por nuestras necesidades, estamos pasando por una enfermedad o hemos perdido a un ser querido. Pero aun cuando estamos pasando por estas pruebas, podemos darle gracias al Señor en todo. Y Pablo sabía bien lo que significaba darle gracias Dios a pesar de las tribulaciones que puedan venir a nuestra vida.
Pablo, estando en la prisión, escribió dando estos consejos a sus oyentes que también pueden ser de bendición para nuestra vida hoy.
«Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor. No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu, hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones; dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Someteos unos a otros, en el amor de Dios.» (Efesios 5:15-21)
Debemos darle gracias a Dios por las muchas bendiciones que recibimos de Él. Cada día Dios está con nosotros, dándonos Su protección y cuidado. Dios siempre provee por nuestras necesidades pero requiere de nosotros una obediencia total a Cristo Jesús. Y recordar la gracia que Dios nos da a nosotros por medio de Su hijo.
» … a la iglesia de Dios que está en Corintio, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro: Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. Gracias doy a mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os fue dada en Cristo Jesús.» (1 Corintios 1:2-4)
Un pastor contó que había visitado a un hombre que tuvo mucho éxito por las fábricas de alimentación que él había empezado. Era un hombre muy rico pero sentía que sus amigos le tenían envida por lo que había logrado. Hablando con el pastor le contó llorando que estaba muy triste. Toda la riqueza y todo el éxito no podían realmente llenar su vida y confesó que tenía un vacío tremendo en su vida y era miserable a pesar de todo lo que poseía. Él se dedicó a acumular riquezas pero esas riquezas no podían satisfacer su vida y darle el gozo que él buscaba.
Después el pastor visitó a un hombre que era pobre, vivía en una casa humilde. El hombre empezó a contarle al pastor que estaba muy contento porque estaba sirviendo a Cristo Jesús con todo su corazón. Para este hombre, Cristo era el Salvador y Señor de su vida. Él reconocía que con Cristo él tenía un propósito y que el Señor le daba una vida llena de abundancia y de mucho gozo. A pesar de que no era rico si daba gracias a Dios al servirle con gozo en su corazón.
Debemos darle gracias a Dios por todo lo que Cristo nos ha dado. Con Cristo tenemos un sentido de vida, un propósito divino y una vida abundante. Sin Cristo, aunque podemos tener todas las riquezas del mundo, si no le servimos con toda nuestra vida, seremos personas vacías y sin propósito.
Pablo nos dice: «Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado; así para estar saciado como para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.» (Filipenses 4:12-13)
Hay que darle gracias a Dios siempre por todo lo que tenemos. ¡Comparta las buenas nuevas con alguien hoy!