Estamos a pocos meses de terminar este año 2020, y no hay duda que los efectos de la pandemia podemos verlos reflejados no solamente en la salud de las personas, sino también en las finanzas de las familias, en los estudios de nuestros hijos, en el estrés y la ansiedad que muchos de nosotros estamos sufriendo. FILIPENSES 3-13
Pero este día vamos a reflexionar por medio de la palabra de Dios en otros efectos que la pandemia puede llegar a provocar o que posiblemente ya los está provocando en nosotros.
Veamos con la ayuda de la palabra de Dios en qué consiste ese “Efectos pandemia” que puede estar afectando nuestra vida, nuestro crecimiento espiritual y nuestras bendiciones.
CONSISTE EN USAR LA PANDEMIA COMO UNA EXCUSA PARA DISIMULAR NUESTRA PEREZA Y ENFRIAMIENTO ESPIRITUAL (PROVERBIOS 26:13)
No podemos negar que todos aquellos que son haraganes, perezosos, cómodos, siempre tienen una excusa para no hacer lo que tienen que hacer, como lo vemos en el versículo que hemos leído, y una de los mejores pretextos o excusas son aquellas que tienen que ver con un posible peligro o riesgo.
Lastimosamente muchos cristianos que se han vuelto tibios, cómodos, perezosos espiritualmente, han encontrado en la pandemia su excusa perfecta, para ellos el león que está en el camino, el león que está en las calles, se llama coronavirus.
Lo que nos debe llamar la atenciòn es que estos hermanos van a sus trabajos, van al supermercado, salen a los centros comerciales, viajan en transporte colectivo, etc, pero no quieren asistir a la iglesia porque se podrían contagiar.
Son los cristianos que dicen: por el momento “seguiré viendo los cultos virtuales” pero en la realidad nunca se han conectado a uno.
No ocupemos la pandemia como un buen pretexto para seguir lejos del Señor, para continuar siendo indiferentes al Reino de Dios, para disimular lo frío que está nuestro corazón para con Dios, HOY ES EL TIEMPO DE ACERCARNOS AL SEÑOR.
CONSISTE EN QUERER DEJAR NUESTRAS METAS Y PROYECTOS PARA DESPUÉS, CUANDO YA HAYA PASADO TODO (ECLESIASTÉS 11:4)
Seguramente todos tenemos metas y proyectos en nuestra vida, para nuestra familia, para nuestra iglesia, pero lastimosamente esos proyectos que tenemos en mente muchos de nosotros estamos esperando hasta que pase la pandemia para ver si los podemos llevar a cabo.
Queremos esperar que las condiciones mejoren, que la crisis pase, que no haya mucho riesgo, es decir estamos esperando “Las condiciones ideales” para realizar lo que tenemos planificado.
Pero el texto que hemos leído nos dice algo muy importante que tenemos que tomar muy en cuenta: El que el viento observa no sembrará.
Veamos este mismo versículo en la traducción NBV (Nueva Biblia Viva) Si esperas condiciones perfectas, nunca realizarás nada. (Eclesiastes 11:4)
En la palabra de Dios nunca vemos que el Señor le diga a su pueblo: No hagan nada, esperen las condiciones más favorables, esperen que terminen las crisis, al contrario, el Señor nos invita a confiar en él aun en los tiempos de crisis.(Jeremías 29:4-6) en uno de los tiempos de mayor crisis para el pueblo de Israel, cuando estuvieron cautivos 70 años en Babilonia, el Señor les mandó a edificar sus casas, a sembrar la tierra, a continuar con sus proyectos de vida, PORQUE AUN EN LAS CRISIS SU PRESENCIA ESTÁ CON NOSOTROS.
REFLEXIÓN: En mi país El Salvador hace muchos años en la televisión había un anuncio en el cual aparecía un padre de familia preparándose para ir de pesca él solo, y alguien le preguntaba ¿te acuerdas cuando le prometiste a tu familia que la semana próxima saldrías con ellos? Y luego la voz le decía: ESTA ES LA SEMANA PRÓXIMA. .. sí lo aplicamos en nuestra vida, alguien nos podría preguntar ¿Te acuerdas de todos los sermones y enseñanzas que escuchaste en los cuales te dijeron que había confiar en el Señor aun en los tiempos difíciles, que en la vida era necesario dar pasos de fe, aunque todo parezca en nuestra contra? Pues .. HOY ES EL TIEMPO DE APLICARLOS
CONCLUSIÒN: En los tiempos de Crisis es cuando nuestra fe y confianza en Dios deben ser más reales, aún en tiempos de pandemia, aún en tiempos de crisis, aun en los momentos más difíciles, el Señor nos dice: Ven, camina conmigo, y si nuestro Dios está con nosotros HAY VICTORIA (Jeremías 1:19)