“Y que procuréis tener tranquilidad, y ocuparos en vuestros negocios, y trabajar con vuestras manos de la manera que os hemos mandado”. 1 Tesalonicenses 4.11
Si queremos crecer de una forma sana, debemos prestar atención a estas cuatro indicaciones. Procurar tener tranquilidad:
Donde hay tranquilidad hay claridad. El primer beneficio de tener tranquilidad es también el de tener claridad a la hora de pensar y actuar en nuestra vida.
Cuando estás tranquilo, sin presiones, sin abatimiento, puedes ser bien objetivo a la hora de tomar e instrumentar tus decisiones en cada área de tu vida.
La Palabra dice que procuremos tener tranquilidad, no que la esperemos, sino que la procuremos, es decir que la busquemos activamente.
Ocuparnos en nuestros negocios:
Necesitamos tener bien presente cuál es nuestro negocio en cada área de la vida, es decir, qué cosas son verdaderamente significativas para nosotros.
Ocuparnos en nuestros negocios también significa que no debemos inmiscuirnos en asuntos que no nos competen, evitando así problemas personales.
Trabajar con nuestras manos:
Esto significa hacer las cosas para las que he recibido destreza de parte de Dios, desarrollándome cada vez más en eso y aprendiendo cosas relacionadas.
Tampoco trates de abarcar más de lo que puedes, porque vas a terminar desbordado, sin progresar y frustrado, hazla según las fuerzas que el Señor te ha dado.
De la manera que te mandaron:
Es decir, conforme el llamado de Dios para tu vida. No te disperses, persevera en Él. Ten siempre presente qué es lo que se te ha encomendado y mantente firme en eso.
A la hora de aceptar algo, pregúntate si es lo que el Señor te ha mandado a hacer, y si no es así recházalo para no dispersarte en la vida.
Yo te bendigo para que en este tiempo, con la bendición de Dios, puedas aplicar estas cuatro indicaciones, y de esta manera progresar con calidad de vida.
