Vivimos tiempos donde la mentira corre más rápido que la verdad, y donde un simple rumor puede levantar tormentas en redes sociales. Pero Dios sigue siendo fiel a quienes le sirven con integridad, y la verdad, tarde o temprano, siempre habla más fuerte.
El salmista Jesús Adrián Romero, reconocido por ministrar a millones con letras inspiradas por el Espíritu Santo, ha sido blanco de rumores infundados sobre su vida personal y espiritual. En su reciente declaración, con serenidad y firmeza, dejó claro que sigue vivo, casado y lleno de fe. No porque lo necesite aclarar, sino por amor y respeto a quienes lo siguen desde hace décadas.
Como ministerio, nosotros no nos enfocamos en el error, sino en el fruto que Dios ha dado a través de sus manos y su voz, Quien ha sido instrumento de alabanza y bendición para esta generación merece ser escuchado con gracia. Su música, que ha llenado templos, casas, hospitales y corazones en momentos de crisis, no puede ser eclipsada por la sombra de la desinformación.
Recordamos aquel concierto íntimo en su estudio durante la pandemia, «DESDE NUESTROS Encierros», donde muchos fuimos ministrados en medio del aislamiento.Una forma de llevar esperanza,consuelo, paz a todos los que tuvimos la oportunidad de verlos en esos tiempos tan difíciles que todos pasamos,Cada acorde, cada palabra, hablaba de un Dios que nunca nos deja, y de un adorador que no ha dejado de buscarlo.
En diciembre de 2024, volvieron a alzarse voces con rumores similares. Pero una vez más, la luz venció la oscuridad. Porque Dios no abandona a los que le cantan con el corazón y pasión, porque la obra del Señor se reconoce por su fruto, no por el juicio de los hombres.
Desde esta nación, bendecida por su repertorio, oramos por su vida, su hogar y su ministerio. Que siga componiendo para la gloria de Dios, que su fe siga madurando, y que su voz continúe guiándonos a la presencia de Aquel que nunca falla.
