Ocho kilómetros de cemento convierten al Malecón de la Habana, Cuba, en el lugar de encuentro más visitado de la isla. Es por eso que un grupo de creyentes decidió reunirse en un sector de este popular sitio para leer la Biblia y evangelizar a los transeúntes.
La avenida del Malecón una de las más transitadas en la capital cubana, recibe la tarde de un modo diferente. A lo largo del muro, uno de los sitios más populares de la ciudad, se han congregado decenas de personas con Biblias en las manos.
«Yo pienso que es una actividad sui géneris, no ocurre muy menudo. Y es una muy buena oportunidad para que todos juntos durante una hora estén leyendo la Biblia. Por supuesto, todos los que pasan por aquí, que son bastantes personas, cuando ven algo así les llama la atención. Es una manera de evangelizar y testificar», dijo Danay Baldor, una de las participantes.
«Atrae a aquellos que ven a personas que hacen algo que no es natural, que se sienten con un libro. Y ese es el mensaje, que el único libro que puede atraer a tantas personas a la vez, es la Palabra de Dios», comentó Julio Vega, organizador del evento.
«Esta es una manera muy práctica de mostrarle al mundo el valor de la palabra, lo que nos guía como personas, como matrimonios, como padres y como hijos. ¡Esta es la Verdad!», indicó Lourdes González, una de las participantes.
Aunque la iniciativa es liderada por la Liga Evangélica de Cuba, en otras ediciones hemos constatado la presencia de otras denominaciones.
«Esta es una forma de motivar a la Iglesia de salir del lugar donde está, para poder mostrarle al mundo lo que nos guía, nos bendice y cambia nuestra vida y renueva», expresó Yen Becerra, uno de los participantes.
«Este llamado que hace no solamente la Iglesia sino Dios mismo a su pueblo es bien importante. Ya que la Palabra de Dios es para nosotros un tesoro bien grande, por el cual vivimos, respiramos y podemos manifestarle a otras personas que hay un Dios que les ama y les quiere salvar. Y más que todo, nuestra ciudad necesita ese mensaje», comentó Vega.
Todos apartan un momento del día para acercarse al libro de la fe; incluso de las maneras más sui géneris.
«Es difícil saber cuántas personas vienen, porque no las contamos. Vemos a muchos acá leyendo, realmente eso es lo que queremos dar testimonio que sean 50 o 100 personas las que pasen, vean a otros leyendo la Biblia y quizás pregunten. Es una manera de evangelizar», aseveró Noel Nieto, pastor de la Liga Evangélica de Cuba.
Nieto informó que enviaron un mensaje de texto evangelístico a más de 550 personas que no son cristianas.
«Traje a mi niña cuando tenía unos meses de edad por primera vez a una lectura en Malecón y ahora tiene 5 años y sigo trayéndola a la lectura bíblica», relató Nieto.
«Para mí es importante porque cada vez que la leemos (la Biblia), aprendemos las cosas que no se pueden hacer», concluyó Natalie Nieto, hija del pastor.