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Cortar o sacar

A muchos de nosotros nos es difícil tomar decisiones determinantes en nuestra vida y más si esas decisiones tienen que ver con hábitos que a lo mejor “nos gustan” pero que sabemos que nos están apartando del propósito divino de Dios para nosotros.

Es así como muchos de nosotros vivimos una vida sabiendo que hay muchas cosas que hacemos que no son correctas, pero no hacemos nada por evitarlas o cortarlas de raíz. A veces llegamos al punto que nos acostumbramos tanto a esos hábitos desagradables que nos sentimos hasta “cómodos” con ellos, es decir, pareciera que es algo normal en nuestra vida, cuando lo verdaderamente normal fuera que como hijo de Dios que deseamos agradar a nuestro Padre deberíamos hacer algo por cambiar eso que sabemos que no es agradable.

En una ocasión Jesús comienza a enseñarles a sus discípulos sobre la importancia de cortar aquello que no nos es un obstáculo para agradarlo, Él dijo: “Si tu mano te hace pecar, córtatela. Es preferible entrar en la vida eterna con una sola mano que en el fuego inextinguible del infierno con las dos manos. Si tu pie te hace pecar, córtatelo. Es preferible entrar en la vida eterna con un solo pie que ser arrojado al infierno con los dos pies. Y si tu ojo te hace pecar, sácatelo. Es preferible entrar en el reino de Dios con un solo ojo que tener los dos ojos y ser arrojado al infierno, “donde los gusanos nunca mueren y el fuego nunca se apaga”. »Pues cada uno será probado con fuego.” Marcos 9:43-49 Nueva Traducción Viviente (NTV).

Cuando nuestro Señor Jesús enseñaba esto no lo hacía con la intención que físicamente cortáramos un pie, una mano o nos sacáramos los ojos, puesto que si así fuera, creo que deberíamos haber muchos cojos, mancos y ciegos, sin embargo la figura que Jesús ocupa es la de CORTAR o SACAR, es decir evitar o renunciar a ciertos hábitos que lejos de ayudarnos, poco a poco nos van hundiendo. 

¿Qué es lo que de tu vida debes de cortar o sacar?

Quizá muchos de nosotros necesitamos tomar la decisión de cortar ciertas “amistades” que lejos de bendecirnos o edificarnos lo único que hacen es motivarnos a ir en contra de lo que Dios quiere para nuestra vida. Quizá otros tienen que sacar de su vida ciertos hábitos ocultos que nadie sabe que realizan pero que muy bien saben que ofenden a Dios cada vez que los practican. Otros a lo mejor están enfrascados en otra clase de situaciones que necesitan cortar o sacar de su vida porque lo único que hacen es hacerlos infelices y creerse inmerecedores de la gracia divina.

¿Qué es lo que no permite que te sientas bien delante de Dios?, ¿Qué cosas son las que te hacen sentirte avergonzado delante del Señor?, ¿Qué es lo que muy bien sabes que tienes que sacar de tu vida?, ¿Qué es lo que crees que no puedes cortar en tu vida?

Amado o amada, es hora que comprendamos que mientras no cortemos o saquemos de nuestra vida aquello que nos estorba para agradar a Dios no nos sentiremos bien. Mientras insistamos en ocultar aquello que nos avergüenza o mientras insistamos en hacernos los despistados con aquello que bien sabemos que no es agradable a Dios no vamos a prosperar.

¿Quieres vivir una vida cristiana plena?, ¿Quieres disfrutar del hecho de ser hijo de Dios y andar en sus caminos?, ¿Quieres sentirte bien delante de la presencia de Dios?, entonces es hora de CORTAR o SACAR de nuestra vida TODO aquello que nos lo impide.

Es hora que podamos libremente levantar nuestro rostro en alto, ver a Dios sin vergüenza alguna, saber que estamos luchando por agradarlo en todo y que no hay nada que nos prive del privilegio de disfrutar de su presencia y su respaldo. Pero todo esto solo lo lograremos cuando tengamos la determinación y la voluntad para cortar o sacar de nuestra vida todo aquello que nos impide sentirnos plenamente libres delante de Dios.

¿Qué estas esperando para cortar o sacar de tu vida todo aquello que no agrada a Dios?

“Sólo te pido que seas muy fuerte y valiente. Así podrás obedecer siempre todas las leyes que te dio mi servidor Moisés. No desobedezcas ni una sola de ellas, y te irá bien por dondequiera que vayas. Nunca dejes de leer el libro de la Ley; estúdialo de día y de noche, y ponlo en práctica, para que tengas éxito en todo lo que hagas. »Yo te pido que seas fuerte y valiente, que no te desanimes ni tengas miedo, porque yo soy tu Dios, y te ayudaré por dondequiera que vayas.” Josué 1:7-9 Traducción en lenguaje actual (TLA)

Fuente:
Pastor Enrique Monterroza | El Salvador, Centroamérica

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