Se alegrarán el desierto y la soledad; el yermo se gozará y florecerá como la rosa. Florecerá profusamente, y también se alegrará y cantará con júbilo; la gloria del Líbano le será dada, la hermosura del Carmelo y de Sarón. Ellos verán la gloria de Jehová, la hermosura del Dios nuestro. Isaías 35:1-2
“Me senté en el escritorio de mi computadora, sabiendo que Dios quería que escribiera, pero sin saber exactamente qué. Abrí mi Biblia en Isaías 35. He enseñado, predicado y escrito capítulos de libros sobre este pasaje durante muchos años, pero de repente Dios me abrió los ojos a una aplicación que es tan necesaria hoy en día. En pocas palabras, esto es lo que Dios me estaba diciendo”.
“Los versículos 1 y 2 de Isaías 35 hablan sobre el desierto y el yermo floreciendo como una rosa, etc., y los versículos 5-7 hablan de los milagros que ocurrirán cuando obedezcamos los mandatos de los versículos 3 y 4. Estos dos versos nos ordenan que nos animemos unos a otros, especialmente a los débiles y temerosos, lo que a menudo hacemos a través del ministerio profético ungido y lleno de amor. He enseñado esto durante décadas. Me he centrado en cómo la verdadera profecía bíblica precede a los milagros en toda la Escritura. Y, sí, todavía lo creo con todo mi corazón”.
“En estos días, semanas y meses turbulentos, mi atención se ha centrado en nuestra necesidad urgente de permanecer en unidad contra las feroces y demoníacas tormentas políticas y culturales que hemos estado atravesando. Sabemos que nuestro enemigo está tratando de quebrantarnos para poder apoderarse completamente de nuestra cultura e introducir su agenda. Sí, Dios está llamando a Su pueblo, a Su remanente, a su Ekklesia, juntos como el único ejército de Dios, listos para pelear sus batallas para ayudar a salvar nuestra nación y las naciones de nuestro mundo. En este pasaje lo que veo ahora es que tanto como individuos y como sociedad en su conjunto, hemos estado viviendo en un desierto espiritual, un desierto desolado. Pero aquí está la revelación fresca, recién salida de la imprenta, que estoy escuchando para la Iglesia del Dios viviente”.
YO ESTOY CONVIRTIENDO SU DESIERTO EN UN JARDIN
“Yo estoy a punto de convertir su desierto en el Jardín del Señor, con belleza y gran fructificación. Volveré a unir cada rama sedienta a la Vid. Permitiré que Mi Espíritu fluya en ustedes y a través de ustedes. ¡DARÁN MUCHO FRUTO! Será el resultado natural de estar unidos a Mi corazón, donde podrán sentir el ritmo de los latidos de Mi corazón. El fruto alimentará a las almas hambrientas a su alrededor. Todo se sentirá tan natural, y no se sentirán orgullosos ni ansiosos de atraer a las personas hacia ustedes, porque sabrán que sólo fueron el recipiente a través del cual Yo fluyó. Yo estoy a punto de revelarme al mundo hasta que el conocimiento de la gloria del Señor cubra la tierra, como las aguas cubren el mar. Voy a hacer milagros sin precedentes, especialmente en lugares que no han conocido Mi nombre o Mi poder”.
Isaías 35:3-4 Fortalezcan las manos débiles, afirmen las rodillas temblorosas; digan a los de corazón temeroso: «Sean fuertes, no tengan miedo. Su Dios vendrá, vendrá con venganza; con retribución divina vendrá a salvarlos».
YO LOS ELEGI
“¡No me encasillen! ¡No digan que no se puede hacer! ¿No les he declarado que haría cosa nueva, y que brotaría de repente? (Isaías 43:19) Por lo tanto, escudriñen Mi Palabra, y pídeme que vuelva a hacer lo que hice antes, y que haga aún más que eso, porque se lo prometí a Mis discípulos, antes de que fueran apóstoles (Juan 14:12). Ahora Yo les pregunto, ¿no son ustedes también Mis discípulos? Porque deseo enviarlos también a ustedes, como envié a Mis elegidos antes de volver a Mi Padre en el Cielo. Ellos convirtieron el desierto espiritual de Jerusalén en un jardín espiritualmente hermoso, donde Mi nombre fue exaltado y Mi Ekklesia prosperó, incluso bajo la persecución de los gobernantes religiosos. Pero, así como ellos, ustedes no tendrán miedo, porque Mi perfecto amor seguramente echará fuera todo temor de sus corazones, y verdaderamente florecerá como una hermosa rosa en Mi glorioso jardín. Ustedes no me eligieron a Mi, sino que Yo los elegí a ustedes. Simplemente regocíjense en lo que Yo he hecho por ustedes y permítanme que los injerte en más profundo de Mi corazón. Los usaré, y salvaré a América y la usaré para nutrir y alimentar a Mi Novia alrededor del mundo. Los amo” (Ben Peters)
Juan 15:16 No me escogieron ustedes a mí, sino que yo los escogí a ustedes y los comisioné para que vayan y den fruto, un fruto que perdure. Así el Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre.
Isaías 35:10 Y volverán los rescatados por el Señor, y entrarán en Sión con cantos de alegría coronados de una alegría eterna. Los alcanzarán la alegría y el regocijo, y se alejarán la tristeza y el gemido.
Con amor y oraciones,