El Consejo Nacional de Confraternidades de Pastores Evangelicos (CONACOPE) considera que no es saludable para nuestro desarrollo democrático que se descalifique una persona para ser elegible como miembro del pleno de la Junta Central Electoral por el hecho de tener una vida política activa o haberlo hecho anteriormente.
Entiende que el Senado de la República debe de proceder con sabiduría, mesura y juicio crítico para elegir personas de probada honestidad y de conducta intachable que no estén comprometidas con actos reprochables, independientemente de que tengan militancia política o no.
El presidente de CONACOPE, reverendo Adolfo Mateo, afirmó que excluir a una persona de un derecho ciudadano, simplemente por tener una participación política partidista es una forma de estigmatizar más a la clase política, y dar por sentado que la militancia partidaria lo descalifica para actuar con imparcialidad, honestidad y rectitud.
El reverendo Mateo sostuvo que una persona porque milite o haya militado en un partido político, si reúne las competencias para manejar las demandas técnicas, gerenciales, administrativas y procedimentales, además de poseer las cualidades morales de lugar, no debe tener impedimento alguno para ser elegible a una posición en el pleno de la Junta Central Electoral.
“Desde CONACOPE entendemos que la comisión designada por el Senado de la República para presentar las ternas que serán sometidas para elegir a los próximos miembros de la Junta Central Electoral, debe concentrarse en elegir personas competentes y que cumplan de manera idónea con un perfil que privilegie la honestidad, la responsabilidad y una capacidad probada conforme a las demandas de las funciones a desempeñar”.
Agregó que escoger miembros del organismo electoral partiendo del criterio de que sean “independientes”, es desconocer la composición y la dinámica de la sociedad dominicana. “Una selección de personal para dirigir la Junta Central Electoral centrada en privilegiar la condición de independiente, no es saludable para nuestra democracia. Todos sabemos que la gran mayoría de ciudadanos con las competencias propias para asumir estas funciones, tienen algún nivel de compromiso político, por lo que este es un criterio que no asegura por si solo la idoneidad de los funcionarios a elegirse”.
“La comisión del Senado debe concentrarse en el historial público y privado de los aspirantes y conforme a los resultados de una evaluación rigurosa elegir a los miembros que se consideren más apropiados. Lamentamos que se esté insistiendo en que para aspirar a ser miembro del pleno de la Junta no se puede tener o haber tenido participación política en los partidos”.
Consideró que la propuesta de escoger los miembros del pleno de la Junta Central Electoral descalificando a las personas con militancia política, no solo es excluyente y negadora de derecho, sino que es también contradictoria, porque, según expresó, “todos cuantos van elegir la nueva Junta son políticos, por tanto, descalificar a alguien por que sea político no es consistente con la realidad y la dinámica social en que desarrollamos nuestra democracia, se trata de una propuesta excluyente, negadora de derechos y contradictoria en si misma”.
“No estamos de acuerdo con esta propuesta porque no es más que una predisposición sin base en la Constitución ni en las leyes que le niega la oportunidad a un ciudadano de servir al país desde una posición pública sobre la presunción de que no va actuar con la rectitud y la honestidad esperada en el desempeño de sus funciones”.
Dijo que CONACOPE no comparte ese criterio que calificó de discriminatorio y excluyente. “Creemos que todos los ciudadanos que reúnan las condiciones propias de las funciones a desempeñar, tal como se consagra en nuestra Constitución y en nuestras leyes son elegibles para estos cargos, y limitar a los ciudadanos en este asunto, lejos de sumarle lo que hace es que le resta a la democracia”.
“En estos momentos, sean independientes o con algún nivel de participación política, lo que necesitamos es ciudadanos probos, capaces, honestos y comprometidos con el avance de la democracia en nuestra nación”.
“Un ciudadano serio y responsable sabrá ponerse por encima de simpatías y adhesiones políticas para comprometerse con la administración de un proceso que está por encima de grupos y simpatías partidarias”, concluyó.