Estamos estudiando pasajes que se encuentran en la Carta a los Romanos en el capítulo 12. Hemos estado hablando acerca del llamado de Dios a la santidad, a la consagración, a una vida completamente entregada al Señor que refleje la grandeza y el carácter sublime del plan de salvación de Dios, que esté a la altura del Dios santo y justo y perfecto que nosotros servimos.
Entonces hemos estado ahí dando vueltas alrededor del capítulo 12 de Romanos donde el apóstol Pablo comienza diciendo: «Así que hermanos os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios que es vuestro culto racional» y quiero seguir enfatizando esa conexión que hace el apóstol Pablo entre la grandeza de la revelación de Dios, el plan de Dios, el carácter de Dios y el llamado en nuestra propia vida que debe reflejar entonces, debe estar a la altura, debe estar en igualdad y similitud por lo menos con la grandeza del Evangelio que nosotros hemos recibido.
Y hemos estado viendo que el escritor de la Epístola a los Hebreos tiene un razonamiento muy parecido porque después de todo es el Espíritu Santo que está dirigiéndolo ¿no? y entonces vemos aquí que en el capítulo 2 de Hebreos el escritor también ha dicho que: «Por tanto» en este caso viendo la sublimidad y la belleza de Cristo Jesús mismo en el capítulo 1 de Hebreos él dice: «es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos.»
Y entonces dice en el versículo 2 del capítulo 2 de Hebreos algo interesantísimo, dice: «Porque si la Palabra dicha por medio de los ángeles fue firme y toda transgresión y desobediencia recibió justa retribución ¿cómo escaparemos nosotros si descuidamos una salvación tan grande?»
¿Ve lo que yo decía en la primera meditación? Que el escritor de Hebreos está aquí diciendo algo parecido a lo que dice Pablo en Romanos capítulo 12 y el escritor de Hebreos hace una comparación un poquito todavía más compleja donde está clara y yo creo que se está refiriendo aquí a la revelación recibida bajo el plan antiguo de la ley, el plan Abrahamico lo que llamamos el Antiguo Testamento.
Y el escritor de Hebreos está diciéndole aquí a esta gente, a estos hebreos quienes se han convertido al cristianismo a quienes él les escribe esta Epístola, a los hebreos, dice: si en la primera parte del plan salvífico del plan de Dios que era un plan imperfecto la revelación que recibió esta gente por medio de los ángeles y del Espíritu Santo fue una revelación solemne, seria a ser considerada y obedecida y Dios, todas las transgresiones de ese plan; toda violación, todo pecado, toda desobediencia con respecto a ese plan antiguo Dios inmediatamente mandó justa retribución en otras palabras lo castigó a la desobediencia, el descuido del plan de salvación, cuando los hebreos pecaban Dios siempre los enjuiciaba y los castigaba ¿no? los disciplinaba.
Si en ese plan Dios usó de tanto cuidado y tanta atención que enseguida trajo castigo, retribución en otras palabras entonces dice: ¿cómo nosotros los cristianos, los que ahora entramos a la salvación por medio de un plan perfecto, un plan que Dios ya lo considera como la consumación de todo lo que Él ha estado haciendo, ese plan en Cristo Jesús del cual el antiguo plan en el Antiguo Testamento era simplemente como una sugerencia, un aguante, algo provisional cuando lo real es lo que tenemos en Cristo Jesús. Si aquél plan Dios lo trató con tanto cuidado ¿cómo nosotros ahora escaparemos del castigo de Dios y la disciplina divina si nosotros descuidamos una salvación tan grande?
Usted ve aquí otra razón por la que nosotros tenemos que tener mucho cuidado de cómo nos comportamos en la vida cristiana y es que Dios también castiga a los que ama, Dios disciplina a aquéllos con los cuales Él tiene un plan, un propósito. No podemos descuidarnos, no podemos comportarnos como se comportan los que no conocen al Señor porque es que estamos en una economía, en una administración espiritual tan seria, tan grave, tan sublime, servimos a un Dios tan santo, tan justo y tenemos un enemigo tan acusador, tan persistente que no perdona nada tampoco y no se descuida de acusarnos una y otra vez ante el Señor ¿cómo escaparemos nosotros entonces si nos comportamos de una forma indebida, si descuidamos y no tomamos en serio esa salvación tan grande que hemos recibido por medio de Jesucristo, no?
Así que es una forma implícita de decir: tenga cuidado cómo usted camina una vez que usted está en los caminos del Señor hay que caminar con seriedad. Hay tanto cristiano que se descuida completamente; van a la Iglesia, sirven al Señor en ciertas maneras, conocen la Palabra y hasta predican pero se descuidan de la seriedad con la que deben servir al Señor y cometemos muchas veces todo tipo de violaciones no sabiendo que la Palabra dice que no vamos a escapar de recibir disciplina de parte del Señor.
Entonces una de las cosas por las que debemos comportarnos de esa manera es que también recibiríamos castigo y disciplina de parte del Señor. Entonces ¿cómo escaparemos? dice el escritor de Hebreos si descuidamos una salvación tan grande.
Dice: «La cual habiendo sido anunciada primeramente por el Señor nos fue confirmada por los que oyeron testificando Dios juntamente con ellos con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según Su Voluntad» Hebreos capítulo 2 versículos 3 y 4.
En otras palabras ¿no? esta salvación tan grande que Dios ha ideado por medio de Cristo Jesús ha sido acompañada de todo tipo de cosas, no solamente que cuando Cristo vino a la Tierra la anunció sino que después también fue confirmada por los apóstoles a quienes el Señor les confió la predicación del Evangelio y entonces estos hombres testificaron juntamente con Dios, con el Espíritu Santo dice con señales y prodigios y diversos milagros.
Porque eso es lo que vemos en el Libro de los Hechos donde una vez que Cristo asciende entonces todo tipo de milagros y derramamientos como dice repartimiento del Espíritu Santo suceden. El Libro de los Hechos relata cómo la revelación de Dios por medio de Jesucristo continúa entonces con la Iglesia entonces Dios sigue tomando en serio Su revelación; esa revelación entonces la revela con Cristo Jesús a través de Su vida, Su muerte, Su resurrección, también la revelan los apóstoles y ahora la revelan los pastores, los evangelistas, los predicadores, todos aquéllos que continúan la labor que Cristo inició aquí en la Tierra.
Ese plan es tan bello y está acompañado de todo tipo de bendiciones, señales, prodigios, repartimiento del Espíritu Santo; el escritor hebreo dice: ¿cómo podemos escapar de recibir disciplina de parte de Dios si descuidamos esa salvación tan hermosa?
Y como vemos entonces hay una belleza aquí aún en el mismo principio de ese capítulo 12 de Romanos en el versículo 1 y fíjese que ni siquiera hemos entrado de lleno en algunas de las cosas que dice aquí el apóstol Pablo pero ya vemos que es importante tomar en serio esto ¿no? entonces podemos entender mejor lo que dice aquí en el capítulo 12: «Así que hermanos, os ruego por las misericordias de Dios» así que debido a esa gran belleza y complejidad del plan de Dios y su carácter sublime debemos hacer ciertas cosas que vamos a ver ahora en nuestra próxima meditación.
