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Combatiendo la tentación. Descubriendo el camino hacia la victoria sobre el pecado según el relato bíblico

El pecado, ¿que es el pecado? Puedo decir que es algo que todos conocemos muy bien, pero dirán ¡huy este predicador nos está ofendiendo.¡ hermanos, digo esto pues todos pecamos todos los días. Por eso digo que es algo que todos conocemos muy bien, pues es algo que practicamos todos los días. Pero en este estudio veremos como qué es el pecado, como entró a la tierra, y cómo es que pecamos y por último que debemos de hacer para no pecar.

El camello no quería salir.

Se dice que donde se deja entrar el pecado como suplicante, se queda como tirano.

Una leyenda árabe dice que cierto molinero un día fue sorprendido por un camello que metió la cabeza por la puerta de la tienda en que estaba durmiendo, y que le dijo: “Afuera hace mucho frío, permíteme meter tan sólo las narices”.

El árabe le dio permiso de hacerlo así; pero pronto había metido todo el cuerpo, lo cual no era muy agradable al molinero, quien comenzó a quejarse diciendo que el cuarto era muy chico para los dos. Entonces el camello respondió “Si tú estás incómodo puedes salirte; yo, por mi parte, voy a quedarme donde estoy”.

Hay pecados, que a manera de ese camello, sólo quieren un lugarcito en el corazón humano, y cuando se les da, se meten y ocupan todo el corazón, después no quieren salir y dicen: “Aquí nos quedamos, suceda lo que suceda; no saldremos para nada”.

Gen 3:1-3 “Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? 2 Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; 3 pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis.”

Comentario bíblico
Satanás atacó a nuestros primeros padres para llevarlos a pecar; la tentación les resultó fatal. El tentador fue el diablo, en la forma y semejanza de una serpiente. El plan de Satanás era arrastrar a la humanidad al pecado y, así, poner separación entre ellos y Dios. De este modo el diablo fue desde el comienzo un homicida y gran obrador de maldades. La persona tentada fue la mujer: la táctica de Satanás fue entablar una conversación con ella mientras estaba sola.

¿Que es el pecado?
Como vemos el pecado es un acto de desobediencia a Dios, cuando Adán y Eva estaban el paraíso estaban sin pecado, pues no conocían el bien y el mal. No había pecado en ellos, pues Dios los había hecho a imagen y semejanza de él, sin pecado. Ellos estaban desnudos pues no había temor en ellos, no había de que avergonzarse, estaban limpios y puros, pero ¿que pasó después de que ellos desobedecieron a Dios?

Simplemente tuvieron vergüenza, pena, se sentían sucios, culpables de lo malo que habían hecho.

¿Por donde entra el pecado? ¿Podemos nosotros ser tentados?
Gen 3:4-6 “Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; 5 sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal. 6 Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella.”

Comentario
Fácil, como vemos el pecado casi siempre entra por la vista, pero después viene la codicia y después el contacto físico, también el pecado lo oímos, lo sentimos y lo tocamos. En resumen los cinco sentidos participan en el pecado. Tenemos que aclarar que el pecado actúa de adentro para afuera.

La serpiente era astuta. La serpiente representa el mal, a Satanás.

En el Oriente antiguo, la serpiente era un símbolo de la sabiduría y de los poderes mágicos. Además, su astucia era proverbial (cf. Mt 10.16).

¿Tenemos nosotros capacidad de enfrentar el pecado?
Gen 3:7-10 “Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales. 8 Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto. 9 Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? 10 Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí.”

Pero la pregunta de que si tenemos capacidad para enfrentar el pecado, podemos hablar del libre albedrío, que nos ha dado Dios. Su palabra dice que: tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal, (He 5:14).

El discernimiento—para discernir tanto el bien como el mal, como un niño que ya no es párvulo.

Adán y Eva abrieron el camino para que el pecado entrara en el hombre, pues decidieron comer del árbol del bien y del mal, en otras palabras abrieron el camino para el pecado y por lo tanto la posibilidad de discernir, entre el bien y el mal.

¿Que debemos de hacer cuando estamos siendo tentados?
Gen 3:11-13 Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses? 12 Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí. 13 Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí.”

La respuesta ideal que nos da la Biblia es que salgamos corriendo ante el pecado, como conocemos en la historia de José en el Antiguo Testamento. Es mejor que digan aquí corrió, que aquí pecó.

Cuando pecamos estando en el mundo no sentimos nada, quedamos como campeones, sintiéndonos como si nada, hay veces que hasta orgullosos de lo que hicimos, pero si ya conocemos a Cristo, nos sentimos culpables, nos sentimos sucios, despreciables, con esto podemos comprender cómo se sintió Adán. Nosotros, los cristianos sentimos arrepentimiento. Nos remuerde la conciencia.

Este sentimiento lo da el Espíritu Santo.

Hermano en Cristo y amigo que nos visita, como han podido ver, el pecado es algo serio, siempre estaremos siendo tentados por Satanás, Usted y yo nos enfrentamos al tentador, al pecado, aunque Dios nos ha dado el libre albedrío, no significa que saldremos victoriosos nosotros solos, es algo muy difícil no podemos nosotros solos. Necesitamos agarrarnos de Dios, de su Santo Espíritu y vestirnos con la armadura de Dios.

Para esto usted necesita:
Arrepentirse de sus pecados y aceptar a Cristo como su salvador personal.

Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. (Efesios 6:11) Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el mal día malo, y estar firmes, habiendo acabado todo. (Efesios 6:13), amigo que nos visita este es el momento de tomar la decisión, dice la Biblia que debemos de tomar la decisión ahora que estamos vivos, pues la vida es como la neblina hoy está y mañana no está.

 

Fuente:
PASTOR José Alberto Vega

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