El salmo 23 es un salmo maravilloso escrito por alguien que conocía perfectamente el oficio del pastor: El rey David. Y él hizo una preciosa comparación entre la manera como nuestro Dios obra en nuestra vida y la manera como un pastor cuida a sus ovejas, y eso nos permite comprender que maravilloso es formar parte del rebaño que está bajo el cuidado de nuestro Dios. SALMO 23-1-6-
Primeramente tenemos que saber que las ovejas son del Padre Celestial y el hijo, nuestro Señor Jesucristo, es el pastor que él ha puesto sobre sus ovejas (Juan 10:11-14 y 27-29)
El rebaño del Padre era Israel, pero él tuvo misericordia de nosotros y por medio de Jesucristo ahora también nosotros formamos parte de este rebaño llamado iglesia (Juan 10:16)
En el salmo 23 podemos darnos cuenta de todas las bendiciones que cada uno de nosotros tenemos al ser ovejas del rebaño que está al cuidado de nuestro Señor :
I) PRIMERA BENDICIÓN: NADA NOS FALTARA (SALMO 23:1)
Ser oveja en del rebaño del Señor significa tener la seguridad que nuestro Señor suplirá todas nuestras necesidades por medio de sus riquezas (Filipenses 4:19)
II) SEGUNDA BENDICIÓN: NOS DARÁ DESCANSO (SALMO 23:2a)
Antes de venir al rebaño del Señor andábamos cargados y trabajados, estábamos cansados de luchar en nuestra fuerza, estábamos cansados de cargar el peso de nuestro pecado, del peso de nuestros errores y malas decisiones, pero él nos llamó para darnos descanso por medio de su amor, su perdón y su poder (Mateo 11:28)
III) TERCERA BENDICIÓN: YA NO ANDAREMOS PERDEREMOS POR LA VIDA (SALMO 23:2b-3)
Antes cada uno de nosotros eramos ovejas descarriadas, perdidas y sin esperanza, pero ahora Cristo nos ha traído a su rebaño (1 Pedro 2:25) si caminamos con él ya nunca más andaremos perdidos, si lo seguimos a él ya nunca más andaremos sin rumbo en la vida.
IV) CUARTA BENDICIÓN: ESTAMOS BAJO EL CUIDADO Y PROTECCIÓN DEL SEÑOR (SALMO 23:4)
Posiblemente el Señor nos llevará a través del valle de sombra de muerte pero tenemos que sentirnos confiados y seguros porque él estará con nosotros, nunca nos abandonara.
Y aunque en el valle de sombra de muerte nuestro corazón pueda llenarse de temor o de desánimo, tenemos que estar seguros que el Señor usará su vara para defendernos del enemigo, y su cayado para traernos de regreso si nos hemos apartado.
Pero tenemos que saber que cuando nos alejamos de su rebaño el Señor puede usar dos cayados para traernos de regreso (Zacarías 11:7) Si nos hemos alejado seamos sabios y volvamos hoy mismo por medio del cayado de su gracia, no esperemos regresar al rebaño por el cayado de las ataduras.