Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios (Mateo 5:8)
Tu corazón determina si entras o no a la presencia de Dios. Si puedes o no ver a Dios. Nunca te preocupes por lo de afuera, enfócate en lo de adentro; en lo que sale del corazón.
Cuando haces esto y logras que tu corazón entre en armonía con la Palabra de Dios, ! Cambias! Y el nuevo corazón comenzará a funcionar en tu hombre interior de adentro hacia afuera.
El corazón de piedra que antes del nuevo nacimiento tenías, era sucio, perverso, infiel y nunca pudo mantenerse en la Palabra. Es por eso que Dios lo quitó y puso uno nuevo.
El corazón duro es la razón por la que tantas personas entran y salen de las relaciones constantemente, o el motivo por el cual el índice de divorcios es tan alto.
También el motivo por el cual haya una prostitución desenfrenada y tanta falta de integridad en el cuerpo de Cristo.
Tu aeróbico es dejar que el Espíritu Santo te convenza de que tienes un corazón nuevo dado por Dios sustituyendo el viejo, para que puedas vivir la nueva vida poniendo tus ojos en Él.
Desde el momento que naciste de nuevo, Él puso el nuevo corazón para que le fueras fiel y por consiguiente también a los hombres.
Solo viviendo con el nuevo corazón implantado por Su Santo Espíritu en ti, podrás ser dichoso de verle a Él.