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Aeróbico para el Alma

El que refrena su boca y su lengua se libra de muchas angustias (Proverbios 21:23)

Para que puedas vivir una vida de bendición tienes que hacer que tus palabras se alineen y concuerden con lo que Dios dice. No hay otra forma para que esto pueda suceder.

Sé que es difícil hablar lo que ha salido de la boca de Dios, a una situación que ha estado en condición deplorable por mucho tiempo y a tu parecer es imposible que cambie.

Pero para hacer que cambie, tienes que empezar a hablarle y seguir hablándole la Palabra de Dios hasta que cambie. Solo así veras la cosecha.

Tus problemas y situaciones no cambian la Palabra de Dios. La Palabra de Dios sí cambia tus problemas y situaciones.

La clave aquí es no sentirte tonto, sino sabio, por hablarle al problema la bendición que Él te tiene.

Tu aeróbico es, la próxima vez que la cuenta bancaria disminuya, que llegue el diagnóstico del médico o cualquier otra cosa que surja en tu vida, no empieces a quejarte, ni mucho menos a declarar palabras de escasez ni derrota; sino que la palabra que salga de tu boca sea la Palabra de Dios. Ella te ayudará a caminar en fe. A llamar lo que no es como si fuera. Decídete desde el principio para no permitirle a la situación que te desanime ni te deprima. Afírmate en la Palabra, refrena tu boca y tu lengua, y te librarás de muchas angustias.

Fuente:
Pastora Rosalía Jiménez , Iglesia Buenas Nuevas Independencia

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