Podemos aplicar un proceso de planificación estratégica para los procesos de remodelación y construcción que se llevan a cabo en las iglesias basándonos en la experiencia de Nehemías (ver libro de Nehemías en la Biblia, capítulos 1-7 y 13), y de esta manera echar a un lado la improvisación con que típicamente se llevan a cabo dichos procesos.
Vemos en el libro de Nehemías que cuando él se enteró de la situación en que estaba el muro de Jerusalén y sus puertas, él no se quedó con los brazos cruzados ni conforme en su contexto allá en Susa, capital del reino persa, sino que decidió tomar parte activa en la solución de los problemas de su pueblo. El sintió preocupación por la situación de Jerusalén y el remanente, y tomó esto de manera personal, al llorar, orar, ayunar, hacer duelo, y actuar (Neh. 1:2-4).
Proceso de Planificación Estratégica por el que Pasó Nehemías:
1) Investigó sobre la condición actual de las murallas.
2) Ayunó y oró pidiendo a Dios perdón, entendimiento y guianza.
3) Desarrolló un plan
4) Oró a Dios por el plan y los recursos.
5) Explicó la visión y procuró obtener los recursos (cuatro meses después – ver inicio del capítulo dos de Nehemías).
6) Explicó el marco de realización de su plan (ver. Nehemías 2:6 ¨Entonces el rey me dijo (y la reina estaba sentada junto a él): ¿Cuánto durará tu viaje, y cuándo volverás? Y agradó al rey enviarme, después que yo le señalé tiempo¨.).
7) Reunió a los obreros y explicó la visión
8) Trabajó a pesar de la oposición de los enemigos
9) Logró el resultado final
A menudo observo que en muchas iglesias en sus proyectos de remodelación o construcción se invierte este orden. A continuación paso a presentar una inversión del orden arriba señalado, sin el interés de ofender a nadie, sino deseando que como crítica constructiva sirva para que otros eviten pasar por lo mismo:
7) Se comienza a explicar una visión (una especie de ¨yo tengo un sueño¨ – recordando las palabras de Martin Luther King).
3) Se desarolla un plan.
2) Se ayuna y ora pidiendo a Dios guianza (bueno, muchas veces no exactamente así).
1) Se investiga la condición actual (en esta etapa se involucran hermanos de la congregación que debieron haber sido tomados en cuenta desde el principio).
8) Se comienza a trabajar (*Hay ocasiones en que el punto 1 encaja acá – luego de comenzar a trabajar se investiga la condición actual y las necesidades de los ministerios de la iglesia.* Después de todo, había que comenzar a trabajar rápidamente, ¿no?)
4) Se ora a Dios por el plan y los recursos (ya que está en marcha el plan y se necesitan fondos).
5) Se explica la visión y se procura obtener los recursos (que a veces no se logran obtener en el tiempo esperado o con la premura deseada).
6) Se completa ¿dentro del marco de realización del plan? (por lo general sería un sueño pensar en un marco de realización, pero definitivamente si este existe no se logra en el tiempo esperado por no estar basado en la realidad y por la falta de planificación).
9) Se logra el resultado ¿final? – (eventualmente se finaliza, aunque falte otra ¨etapa¨ para un futuro lejano).
Este tipo de planificación en la que vemos los numerales fuera de secuencia en base a la estrategia de Nehemías da un resultado con un impacto significativamente menor. Y lamentablemente explica la triste realidad del por qué se obtienen resultados no tan óptimos y por qué no se usa el dinero más sabiamente en las iglesias en los procesos de remodelación y construcción.
Recomiendo que aprendamos de la experiencia de Nehemías, quien a pesar de que muchas personas conocían la necesidad que había en cuanto a las murallas de Jerusalén, él en lo particular no se quedó cómodo, sino que decidió tomar parte en la acción transformadora a través de un proceso lógico bajo la guianza de Dios (Prov. 21:31 El caballo se alista para el día de la batalla; Mas Jehová es el que da la victoria).
Hay personas que como Nehemías deben surgir con sus iniciativas para que se produzcan los cambios que tanto necesitan sus iglesias en el área del audio y la acústica, y en muchas otras más. De esta manera se verán mejores resultados de las inversiones realizadas y también el tiempo y esfuerzo empleados en todo lo relativo a los proyectos de remodelación y reconstrucción redundarán en un mejor resultado final. ¡Qué ventaja que tenemos un modelo bíblico tan relevante para el día de hoy!