
TEXTO: LUCAS 2:10-15 Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: 11 que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor. 12 Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre. 13 Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían: 14 ¡Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres! 15 Sucedió que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha manifestado.
Hemos llegado a este momento tan esperado del año en el cual celebramos la navidad, es decir, CELEBRAMOS EL NACIMIENTO DEL HIJO DE DIOS en este mundo.
En el texto que hemos leído encontramos el momento en el cual el ángel les dio un anuncio maravilloso a los pastores de aquella región: HA NACIDO HOY UN SALVADOR, QUE ES CRISTO EL SEÑOR.
Al recibir el anuncio los pastores dijeron: ¡PASEMOS A BELÉN Y VEAMOS ESTO QUE HA SUCEDIO! Ellos querían conocer verdaderamente lo que había pasado en Belén.
En la actualidad muchas personas celebran la navidad, pero lastimosamente la celebran simplemente como una época, como un tiempo de alegría para cerrar cada año, SIN SABER O SIN COMPRENDER LO QUE VERDADERAMENTE PASÓ EN BELÉN.
¿QUIERES SABER LO QUE PASÓ EN BELÉN? VEAMOS LO QUE NOS ENSEÑA LA PALABRA DE DIOS
I) EN BELÉN, LA CASA DEL PAN, NACIÓ EL PAN DE VIDA QUE FUE ENVIADO A ESTE MUNDO
(JUAN 6:30-35) Le dijeron entonces: ¿Qué señal, pues, haces tú, para que veamos, y te creamos? ¿Qué obra haces? 31 Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: Pan del cielo les dio a comer. 32 Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: No os dio Moisés el pan del cielo, mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo. 33 Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y dio vida al mundo. 34 Le dijeron: Señor, danos siempre este pan. 35 Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.
El nacimiento de nuestro Señor Jesucristo está lleno de muchos detalles que son mensajes muy importantes para nuestra vida.
Tenemos que comprender que no es casualidad que nuestro Señor Jesucristo haya nacido en Belén, ya que el significado del nombre Belén es “CASA DE PAN”.
En la casa de Pan nació nuestro Señor Jesucristo que es el Pan de Vida del cual todos debemos comer para poder ser salvos (Juan 6:47-51) De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna. 48 Yo soy el pan de vida. 49 Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y murieron. 50 Este es el pan que desciende del cielo, para que el que de él come, no muera. 51 Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.
El pan nos alimenta, nos provee de vitaminas, de glucosa, de proteínas, minerales, etc que nos ayudan para vivir, pero para poder recibir todo esto en nuestro cuerpo TENEMOS QUE COMER EL PAN, de la misma manera, nuestro Señor Jesucristo nos da salvación, vida eterna, perdón de pecados, vida abundante, gozo y paz, pero para poder experimentar todas esas bendiciones tenemos que COMER ESE PAN DE VIDA, es decir, TENEMOS QUE RECIBIR A JESÚS COMO SEÑOR Y SALVADOR DE NUESTRA VIDA.
II) EN BELÉN EN UN PESEBRE NACIÓ EL CORDERO DE DIOS
(JUAN 1:29) El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.
Muchos estudiosos señalan que las ovejas criadas cerca de Belén eran usadas para sacrificios en el templo, debido a que estaba muy cerca, a unos 8 kilómetros de Jerusalén.
Los corderos que nacían en Belén, naian para ser ofrecidos en sacrificio por los pecados del pueblo, eran corderos destinados a morir en lugar del pecador UNA VEZ CADA AÑO.
Es por eso que en Belén nació EL CORDERO DE DIOS QUE QUITA EL PECADO DEL MUNDO, Jesús es el cordero que el Padre Celestial envió para morir en lugar del pecador y cargar en él TODOS LOS PECADOS DE LA HUMANIDAD (Isaías 53:5-7) Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.
6 Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros. 7 Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca.
La misión de Jesús en este mundo estaba declarada desde su cuna: UN PESEBRE PARA EL CORDERO DE DIOS.
III) EN BELÉN, TIERRA DE PASTORES, NACIÓ EL BUEN PASTOR
(Juan 10:11) Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas.
Tenemos que saber que Belén y sus alrededores eran zonas rurales, con terrenos ideales para la cría de ovejas.
Es por eso que Belén era una región pastoril, Los campos de Belén eran amplios, abiertos y perfectos para el pastoreo, por eso es normal que los primeros en escuchar el anuncio del nacimiento de Jesús fueran pastores (Lucas 2:8) Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño.
En la Biblia podemos ver que David, antes de ser rey, fue pastor de ovejas en Belén, su ciudad natal (1 Samuel 17:15) Pero David había ido y vuelto, dejando a Saúl, para apacentar las ovejas de su padre en Belén.
Es por eso que en esa ciudad de pastores, en Belén, nació en este mundo EL BUEN PASTOR, el pastor que no solamente cuida las ovejas, que no solamente las busca, que no solamente las guía, sino que DÁ SU VIDA POR ELLAS, ese buen pastor es NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO.
Jesús es EL PASTOR QUE TODOS NECESITAMOS EN NUESTRA VIDA, pero solamente podemos ser ovejas de su rebaño si creemos en él y lo confesamos como Señor y salvador de nuestra vida (Juan 10:26-28) pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho. 27 Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, 28 y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.
CONCLUSIÓN: En Belén no ocurrió simplemente un hecho histórico, sino un acontecimiento eterno que cambió el destino de la humanidad. En Belén nació el Pan de Vida que sacia para siempre, nació el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, y nació el Buen Pastor que guía, cuida y da su vida por sus ovejas. ¿Nos quedaremos solo con la historia, o iremos a Belén espiritualmente para ver y recibir al Salvador?



