En los textos que hemos leído encontramos la manera de actuar del pueblo de Israel para con Dios, como a pesar de haberles ayudado, de haberlos salvado, de haberlos restaurado, se rebelaron contra él, se apartaron de sus caminos para su propio mal, para su propio fracaso. OSEAS 13-4-6-
Al reflexionar sobre la manera de actuar de Israel podemos reconocer una gran verdad: Es la misma forma de actuar de muchos de cristianos, es exactamente lo que muchos cristianos hacemos para con nuestro Dios.
Veamos primeramente lo que Dios ha hecho por nosotros:
I) EL SEÑOR NOS CONOCIÓ EN EL DESIERTO, EN TIERRA SECA (VS 5)
- Que maravilloso es el amor de nuestro Dios, porque ¿Quién quiere conocer a alguien en tierra seca?
- Siempre queremos conocer a las personas que viven en la tierra de abundancia, todos quieren ser amigos del que tiene riquezas, del que tiene fama, del que tiene poder.
- Pero nuestro Dios dice que nos conoció en el desierto, en tierra seca. Reconozcamos ¿Cómo estaba nuestra vida cuando Cristo nos alcanzó? Posiblemente podamos decir, yo nunca he estado en el desierto, siempre he estado bien, siempre he tenido dinero, siempre he tenido trabajo, etc, pero el desierto no estaba fuera de nosotros, el desierto lo teníamos en nuestro corazón, nuestro corazón estaba seco (Salmo 102:4)
- ¿Qué significa que él nos conoció en el desierto, en tierra seca?
- Significa estar en soledad.
- Significa nunca sentir satisfacción ni estar saciado, así como alguien que esta muriendo de sed en el desierto.
- Significa caminar sin esperanza por la vida.
- Significa andar sin rumbo, perdidos por la vida.
- Dios permite esos tiempos en el desierto para poder hablar a nuestro corazón y que pongamos atención a su voz (Oseas 2:14)
II) EL SEÑOR NOS ALIMENTO DE BUENOS PASTOS PARA NUESTRA VIDA (OSEAS 13:6)
- Entramos por la puerta de la salvación que es Cristo, entramos a su redil, entramos para ser parte de su rebaño y encontramos el alimento que nuestra vida necesitaba (Juan 10:9)
- Nos alimentamos de buenos pastos, nos dio buen alimento para nuestra vida, sacio nuestro corazón (Salmo 23:2 / Ezequiel 34:14) nos alimentó con su palabra, nos dio nuevas fuerzas.
III) PERO CUANDO NOS SACIAMOS, ENTONCES NOS APARTAMOS DE LOS CAMINOS DE NUESTRO DIOS (OSEAS 13:6)
- Lastimosamente muchos cristianos somos igual que el pueblo de Israel, tenemos una memoria muy corta, y muy pronto olvidamos todo lo que el Señor ha hecho por nosotros.
- Es por eso por lo que la palabra de Dios varias veces nos manda a no olvidarnos de nuestro Dios (Deuteronomio 6:12 / Salmo 103:2-5)
- Muchos llegamos a creer que por la prosperidad que tenemos no necesitamos de nuestro Dios (Apocalipsis 3:17)
- Lastimosamente a muchos cristianos no es satanás quien los ha engañado sino su propia soberbia (Jeremías 49:16)
- Cuando nuestro corazón se ensoberbece comenzamos a menospreciar las cosas de Dios, su camino, su iglesia, sus ministerios, las vemos como algo con las que podemos hacer lo que nos da la gana, las vemos como algo con lo que se puede jugar, perdemos el temor a Dios, tal como le ocurrió al rey (Daniel 5:22-24)
Si esta es la historia de nuestra vida cristiana, ahora ¿Quién nos puede ayudar? Hemos abandonado a nuestro Dios, abandonamos su iglesia, quizás abandonamos nuestro llamado ministerial y la respuesta viene de nuestro Dios para cada uno de nosotros (Oseas 13:9) DIOS TE DICE HOY: TE PERDISTE, PERO EN MI ESTA TU AYUDA, ¡aleluya!
No esperes más, ven hoy a el recuerda la promesa que el nos ha dado, a pesar de todos nuestros errores, a pesar de todos nuestros pecados (Isaías 41:13-14)
Y ahora quien podrá ayudarnos: ¡¡DIOS ES NUESTRO AYUDADOR