Queridos hermanos y hermanas en Cristo, hoy exploramos la profunda enseñanza de Jesús sobre el tesoro escondido que se encuentra en Mateo 13:44-46. Estas palabras nos revelan una verdad asombrosa sobre el valor del Reino de los Cielos.
DESCUBRIENDO EL TESORO ESCONDIDO
En estas parábolas, Jesús nos muestra que el Reino de los Cielos es como un tesoro escondido en un campo y una perla de gran valor. Ambos hombres vendieron todo lo que tenían para obtenerlos. La lección es que el Reino de Dios es un tesoro inigualable que debemos buscar y valorar por encima de todo.
La Biblia nos dice en Mateo 6:33 que debemos buscar primero el Reino de Dios y Su justicia, y todas las demás cosas nos serán añadidas. Esto significa que cuando hacemos de Dios nuestra prioridad, encontramos un tesoro eterno.
En Filipenses 3:7-8, el apóstol Pablo nos comparte su experiencia al decir: “Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor“. Nada se compara al tesoro de conocer a Cristo.
VIVIENDO EN LA BÚSQUEDA DEL TESORO ESCONDIDO
El tesoro escondido nos enseña que la vida cristiana es una búsqueda constante del Reino de Dios. Debemos estar dispuestos a sacrificar lo que sea necesario para seguir a Cristo.
Jesús nos llama a negarnos a nosotros mismos, tomar nuestra cruz y seguirlo (Mateo 16:24). Esto significa que a veces debemos dejar atrás cosas que nos atan para abrazar el tesoro eterno que es Jesús.
En Lucas 12:34, Jesús nos dice: “Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón“. Nuestro corazón debe estar centrado en el tesoro de Cristo y Su amor.
Queridos hermanos, recordemos siempre que el tesoro escondido del Reino de Dios es el regalo divino más grande que podemos tener. Que nuestras vidas reflejen la búsqueda constante de este tesoro y estemos dispuestos a darlo todo por Él. Encontramos la verdadera riqueza en Cristo. Amén.