¿Cuantos recuerdos de glorias pasadas quedan guardadas en el corazón? Aun también vidas estancadas en el tiempo? Algunas personas no pueden olvidar los lindos recuerdos del pasado, y creen que nunca volverán a vivir en esos tiempos de gloria. Los relatos de ellos siempre terminan así: ¡El tiempo pasado fue mejor que el tiempo presente! ¡Cómo Dios me usaba en esos tiempos! ¡Antes era mas bendecido! ¡Como quisiera vivir como en esos tiempos, tiempos de gloria que ya no volverán!
¿Qué habrá pasado? ¿Será que Dios se olvido de ti, o que el brazo de Jehová se ha cortado para bendecir a su pueblo? ¿Se habra arrepentido Dios de Sus promesas? Crees que Dios te abandonó a tu suerte o te desamparó? ¿Crees que el poder de Dios para librarte se acabo?
¿Crees que el propósito de Dios es empobrecerte espiritual y materialmente? ¿Crees que se haya quedado sin recursos para bendecirte?
Si alguna vez Satanás engañó tu corazón (Juan 8:44), y te hizo creer algo tan horrendo como las preguntas expuestas anteriormente, te diré que te has equivocado grandemente y te falta conocimiento acerca de tu Dios Todopoderoso.
I. Dios no cambia
Dios no ha cambiado (Hebreos 13:8). Él sigue siendo el mismo de ayer, de hoy, y por los siglos. Quizás tu corazón cambio al dejar de amar y creer en Él y en sus promesas. Talvez olvidastes que en Cristo hay mas que victorias, y que son por esas victorias que nuestro hombre interior se va renovando de día en día.
Nuestros años pasarán, y la vejez se hará notoria en nuestro hombre exterior, pero la fortaleza, el poder y la gloria de Dios en nuestras vidas irá incrementando cada vez más. El peso de gloria en los hijos del Altísimo seguirá aumentando. Dios no quiere que mires el pasado con tristeza.
Dios quiere que te enfoques en un presente y en un futuro de gloria. Esto es lo que Él está preparado para sus hijos, que es mayor en este tiempo y en el venidero. Juan 14:12 “De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago; el las hará también; y aún mayores hará, porque yo voy al padre.”
II. Promesas de Dios
Dios tiene poderosas promesas para todos aquellos que están pensando en los buenos momentos vividos, y se quedaron en el tiempo viviendo en glorias pasadas. Los que creen que fueron y ya no serán, creen que no vivirán cosas mejores. Aquellos que creen que no podrán disfrutar de mayores bendiciones, Dios tiene gloriosas bendiciones para sus hijos en todas las áreas de sus vida.
Puedes comenzar hoy a vivir en gloria como dice la palabra del Señor Salmos 84:6-7 “Atravesando el valle de lagrimas lo cambiarán en fuente, cuando la lluvia llena los estanques. Irán de poder en poder; verán a Dios en Sion.”
a. Prosperidad
Si estabas enriquecido y prosperado en todo, y hoy sufres necesidades materiales y crees que no podrás estar como en los tiempos pasados, mira lo que Dios te dice. Él te dice que restituirá todo lo perdido y que nunca serás más avergonzado (Joel 2:25-26).
Dios quiere prosperarte espiritual y financieramente, ese es Su propósito. Pero una cosa pide en su palabra, es que seas hallado fiel, que lo que a Dios le pertenece vuelva a la fuente de donde proviene y uses con diligencia lo que a ti te pertenece.
Fíjate bien como dice palabra del Señor: 2 Corintios 9:6 “Pero esto digo: Que el que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará.”
Dios quiere que seas un buen administrador de todos sus bienes, si en lo poco fuiste fiel en lo mucho te pondrá. Muchos siervos de Dios han perdido grandes fortunas por no cumplir con la palabra de Dios, han acarreado sobre sí grandes dolores y sufrimientos.
Cree hoy en tu corazón que Dios te va a devolver todo lo que has perdido, pero debes ser sabio para administrar todo lo que Él ponga en tus manos para mantenerlo y multiplicarlo.
b. Tu pasado
Si con tristeza miras tu pasado y vives de glorias pasadas en tu vida espiritual, creyendo que tu ministerio se estanco, que los dones y los talentos que derramó Dios en tu vida, no están dando los frutos que esperas, y crees que Dios no te va a usar como en ese tiempo estás equivocado.
La palabra del Señor te dice que tu hombre interior se va renovando de día en día, y esto no es nada más, ni nada menos que el poder de Dios será mayor en ti cada día. Las promesas de Dios siguen vigentes para todos los que creen en su palabra, que las circunstancias, las luchas, los problemas, las dificultades, o tribulaciones, no les hará caer, (Efesios 6: 10-11) ni harán desfallecer su corazón, sino que se fortalecerán en Dios, en la fe y en el poder de su fuerza.
c. Corregir tu rumbo
Tendrás que mirar atentamente tu vida y corregir en lo que te has desviado. Quizás te desviaste del camino, o dejaste de mirar al Señor, o dejaste de buscar su rostro y la guía de su Espíritu Santo. Escudriña la palabra del Señor y vuélvete y mira de donde has caído Apocalipsis 2:4-5 “Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor. Recuerda, por tanto, de donde has caído y arrepiéntete, y has las primeras obra; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido”
Aún mayores son las victorias y el poder que actuará en ti, y Dios se glorificará en tu vida, te usará con mayor poder del que te ha usado. Solo debes preparar tu vida en santidad, limpiando tus vestiduras y tener una comunión intima y estrecha con tu creador.
Dios quiere echar vino nuevo, en odres nuevos donde el vino no se pierda ni se eche a perder (Mateo 9:17). El poder de Dios se derramará sobre tu vida y ya no tendrás que vivir de glorias pasadas, sino que vivirás de gloria en gloria, y de poder en poder; este es el tiempo más precioso para los hijos de Dios que quieren ser usados como instrumentos de poder para la obra del Señor.
III. Los hijos de Dios avanzan
La palabra del Señor nos declara que los hijos de Dios avanzan, no retroceden aún en las tribulaciones conocen que Dios es poderoso para hacerles vencedores (Hebreos 10:38).
Los hijos de Dios toman cada día nuevos desafíos, se ponen metas y las cumplen porque saben que todo lo pueden no con su fuerza sino en el poder de Dios. (Filipenses 4:13).
Los hijos de Dios son los valientes que arrebatan las bendiciones y no se intimidan ante las persecuciones mas se gozan en ellas porque esperan una recompensa mayor en los cielos (2 Timoteo 1:7).
Los hijos de Dios conocen que Él no miente, que Él apresura su palabra para ponerla por obra que la esperanza en ellas les hará recibir las bendiciones (Habacuc 2:3).
a. Es tiempo de creerle a Dios
Es tiempo de creer la palabra del Señor, creerle a Dios, y de buscar su rostro en la hermosura de su santidad, es tiempo de no dejar ninguna de sus promesas en el olvido, es tiempo de pelear las bendiciones, es tiempo de ponernos en el camino correcto y dejar de andar herrando en el camino.
Este es el tiempo de Dios para sus hijos, Él está derramando de todo su poder y de su gloria sobre sus hijos verdaderos. Aquellos hijos de luz que buscan su verdad y le obedecen. Dios está sanando y restaurando su iglesia para levantarla con poder. La gloria postrera será mayor que la primera (Hageo 2:9).
Conclusión
Prepárate para recibir todas las promesas que Dios te ha dado. Deja de vivir de glorias pasadas, y busca la gloria presente y futura que Dios ha preparado para todos sus hijos que le aman y hacen Su voluntad.
