Mateo 8:23-27 Hay una doctrina bíblica que te enseña que en el nombre de Jesús echas fuera demonios, pero hay una doctrina bíblica que te enseña, no a reprender demonios, sino a resistirlos. Jesús pudo haber reprendido los vientos desde el primer momento en que la tormenta se enfureció, pero él decidió estar tranquilo y dormir en medio del mal tiempo. Hay demonios que cuando los resistes, cuando no te mueves, sino que decides quedarte firme esperando en Dios son completamente derrotados.
Cuando reprendes un demonios ejerces una autoridad en el nombre de Jesús con la cual echas a ese demonio de un cuerpo, pero Jesús quería enseñarle a los discípulos otra forma de tratar con los demonios. Los quería enseñar a resistirlos porque en Santiago 4:7 dice “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros. Resistir equivale a vencer y someter, por eso vendrán momentos en que no podrás reprender o echar fuera un demonio, porque Dios te está adiestrando en resistencia, para que tengas una victoria duradera. Cuando reprendes a un demonio le haces huir en la autoridad del nombre de Jesús, pero cuando lo resistes, cuando permaneces firme ante sus embates, el enemigo es derrotado y huye de ti, porque entiende que no hay arma forjada contra ti que pueda prosperar.
Cuando reprendes demuestras tu autoridad espiritual, pero cuando le resistes demuestras tu calidad. Demuestras que estás ejercitando los frutos del Espíritu Santo.
