PERDONO VOLUNTARIA Y AMOROSAMENTE.
Si llevara conmigo una bolsa con piedras pesadas y no pudiera ponerla en ningún lugar, ¿cómo me sentiría? Estaría agotado física, mental y emocionalmente. No podría hacer las cosas que deseo hacer por otros y por mí mismo. El no perdonar es similar; hace que yo sienta pesar, impactando la calidad de mi vida y mi habilidad para avanzar.
El perdón no significa que la ofensa nunca sucedió; significa que ya no le permito que rija mi vida. Perdonar es un proceso que toma tanto tiempo como sea necesario para sentirme libre. Comienzo estando dispuesto a liberar, dispuesto a ser el corazón y las manos del Espíritu permitiéndole que trabaje por medio de mí para sanar. Busco ayuda según la guía que reciba y sé que todo es posible con Dios.