Hay instituciones que son creadas para el lucro, otras con un fin muy objetivo, pero hay unas pocas que son las que cambian la cara de las sociedades con la que interactúan. Ese es el caso de la Universidad Nacional Evangélica, la cual, durante el 2009 y lo que va del 2015, han hecho aportes apreciables y destacados a la nación dominicana.
No sólo han continuado egresando nuevos profesionales de calidad para que puedan ser competitivos en el mundo laboral, sino que siguen empeñados en dotarlos de valores y principios éticos y morales, con el fin de poder ser agentes de luz y decencia en sus respectivas profesiones, lo cual ha sido la bandera de lucha de la UNEV desde su fundación: el formar ciudadanos holísticos, es decir, capaces profesionalmente y con una moralidad sin tachas, excelentes en todas las áreas de su vida, y que crean en un Dios y salvador que no los ha de abandonar.
Han seguido ampliando su oferta curricular, así como implementando mejoras a su planta física, con el fin de optimizar los recursos y poder rendir resultados más efectivos, y que los estudiantes estén más cómodos y dispuestos al pan de la enseñanza.
Nuevos métodos pedagógicos, de corte antropocéntrico, son la base de la curricular general, ya que la Universidad se percató, correctamente, que el aprendizaje es un acto volitivo que comienza de adentro, desde su psiquis, y modifica todo lo que hace el estudiante, ya que si este no se dispone a aprender no importa la calidad del profesor ni los métodos a emplear.
Pero, como sabemos que los conocimientos pueden adquirirse por medio de la confidencia de quienes han experimentado los mismos, la Universidad Nacional Evangélica ha continuado con su política institucional de invitar personalidades destacadas en distintos ámbitos, con el fin de inspirar a los alumnos y de poder responder dudas e inquietudes que puedan tener en un campo del saber, con lo cual se fomentan valores como son el emprendedurismo, la inventiva y otros que mejoran la condición de vida de quienes los aplican y de su entorno.
Todo lo antes indicado ha sido asumido como un apostolado por la administración actual de la UNEV, quienes están empeñados en continuar con lo bueno construido durante estos años de ardua labor y sobre esta zapata, construir las mejoras que harán de esta Universidad un centro de estudios superiores cada vez mejor, sin descuidar los principios que se le imparten a su comunidad, ya que no sólo los estudiantes son obligados moralmente a interiorizar estos valores, sino el cuerpo docente, administrativo y cada uno de los relacionados queda imbuido en el mismo.
Es un círculo virtuoso que lentamente va permeando una sociedad sedienta de orientación, guía, fe y valores, y todo esto se encuentra en la Universidad Nacional Evangélica.
Gracia honra y honor al servicio cristiano educativo y al desarrollo de la Nación que aporta la Universidad Nacional Evangélica Unev.