No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Juan 14:1-2
Los discípulos tenían razones para estar preocupados. Jesús les acababa de decir que uno de ellos era un traidor, que Pedro lo negaría tres veces, y que él los dejaría esa noche. Todo esto preocupaba a los discípulos, sin embargo Jesús les dijo, no dejen que su corazón se llene de angustia, confíen en Dios y confíen también en Mí. Jesús no les prometió que sus problemas se iban a ir. Él les dijo que estaría con ellos en medio de sus angustias. Él sería su fuerza estabilizadora. La palabra morada usada en este versículo no solamente se refiere a un lugar donde se puede morar, sino a la comunión con Dios. Es la palabra hebrea “mishkan” que significa tabernaculo, usada también en Exodo 40:34-35 “Entonces la nube cubrió el tabernáculo, y la gloria del Señor llenó el tabernáculo. Moisés no podía entrar en el tabernáculo, porque la nube se había posado allí, y la gloria del Señor llenaba el tabernáculo”. No hay otro lugar donde podamos encontrar paz y consuelo que en el lugar donde mora Su presencia. Una vez que hemos encontrado ese lugar, nada de lo que encontremos en la vida puede verdaderamente derrotarnos.
El Señor dice:
No sólo te estoy preparando un lugar en la casa de mi Padre. Estoy preparando un lugar para ti AHORA MISMO Yo lo estoy preparando
Un lugar donde encontrarás propósito y realización
Un lugar donde podrás caminar en libertad y florecer
Un lugar para forjar amistades profundas y duraderas
Un lugar de relaciones de pacto y amor duradero
Un lugar de paz que tu corazón llamará hogar
Un lugar donde podrás echar raíces y establecerte
Un lugar para permanecer sin esforzarte
Un lugar al otro lado de tu situación que se siente tan inamovible e imposible.
He escuchado cada oración. Te veo y veo cada anhelo y deseo. No confundas la falta de cambios visibles con la ausencia de Mi cuidado o actividad. Yo estoy siempre trabajando. No creas las mentiras que te he olvidado o que no me importas. Sí, Mi plan es mucho más grande que el tuyo, pero tú eres una parte importante de él.
Las cosas están cambiando lentamente
las cosas están cambiando precisamente
las cosas se están moviendo estratégicamente
Las cosas están cayendo en su lugar perfectamente
Lo has estado sintiendo durante mucho tiempo. Sin embargo, nada parece estar sucediendo. Parece que el cielo está en silencio. Sigues dando vueltas a la misma montaña. Pasando por la misma rutina. Tratando de permanecer fiel y expectante, pero poco a poco has ido perdiendo tu corazón por seguir esperando.
No necesitas más falsas esperanzas. Necesitas ver que algo se mueve. Necesitas escuchar la voz del Padre. Necesitas sentir como si realmente estuvieras avanzando. Voy a hablar claramente a través del ruido y la estática. Me revelaré de nuevo a ti. Me encontrarás en nuevas maneras. Tus ojos se abrirán para percibir el patrón de Mi actividad. Comenzarás a ver cosas que han estado ahí todo el tiempo. Comenzarás a conectar los puntos. Habrá momentos de “ajá”. Todo empezará a tener sentido. Enviaré personas que discernirán tu destino y diseño únicos. Te ayudarán a visualizar un futuro más grande de lo que puedes imaginar.
Fuiste creado para MÁS. No te conformes con menos. Rompe tus viejos mapas y guías porque se han vuelto anticuados y obsoletos. Te revelaré nuevos planes y planos, actualizados y mejoras, con nuevo terreno y territorios, llevándote más lejos, más allá de donde has estado. Levanta tus velas, se acerca un viento fresco. Mantente firme, las cosas comenzarán a moverse. Permanece fiel, recibirás tu recompensa. Yo estoy preparando un lugar para ti. No solo es un lugar para una eternidad gloriosa; sino un lugar para que experimentes Mi gloria y expreses Mi bondad en tu realidad presente. (Craig Cooney)
Juan 17:24-26 Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo. Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido, y estos han conocido que tú me enviaste. Y les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer aún, para que el amor con que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos.
Con amor y oraciones,