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Una nueva temporada comenzo

Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos; Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno. Salmos 139:23-24

Así como termina el mes de septiembre, termina también el año judío 5779. El año judío 5780 comienza en Rosh Hashaná, al anochecer del domingo 29 de septiembre de 2019. Esta fecha marca el Año Nuevo en el calendario de Dios, y es un día significativo en el que la temporada espiritual cambia cada año. Es también el comienzo de una década completamente nueva.

El Pueblo de Dios que ha sentido que no se ha movido hacia la plenitud de su destino en Dios, verá los obstáculos eliminados, las oportunidades divinas y las puertas abiertas siendo liberadas. Dios ensanchará y fortalecerá nuestros cimientos actuales para que podamos manejar una carga más pesada sobre el fundamento de nuestras vidas. Así que, antes de llegar al final de septiembre y de este año judío 5779, es tiempo de invitar al Espíritu Santo a examinarnos profundamente, revelando mentiras de nosotros mismos, de otros y del enemigo, para despojarnos de todo esto y de lo viejo. Dios quiere renovarnos y traer lo que hemos estado esperando, así que, use estos últimos días de septiembre para despojarse de todo lo que le estorba.

Hebreos 12:1 Por tanto, puesto que tenemos en derredor nuestro tan gran nube de testigos, despojémonos también de todo peso y del pecado que tan fácilmente nos envuelve, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante,

El Señor ha derramado una revelación generalizada en 5779 (2019) sobre la grandeza de Su poder y lo que anhela hacer en medio de Su Pueblo. Por esta razón ha sido un año de sacudidas, alineamiento y un llamado a conocerlo más, a volver al primer amor y hacerle habitación en nuestro corazón, Ha estado este año educándonos y desencadenando una mayor fe en nosotros como nunca antes. Todos aquellos que este año en medio de las pruebas buscaron Su rostro y se alinearon a Su Voluntad sometiéndose al entrenamiento, están preparados para lo que Dios está a punto de enviar. Completaron un curso de capacitación de OBEDIENCIA Y FE INCONMOVIBLE, Todos aquellos que han permanecido firmes en su fe y han caminado en obediencia verán al Señor moverse poderosamente en su nombre, mientras son liberados en el nuevo capítulo de su destino. Las mismas áreas en las que el enemigo trató de obstaculizar y retrasar al Pueblo de Dios serán las áreas en las que el Señor traerá el mayor avance.

Isaías 35:3-4 Fortalezcan las manos débiles, afirmen las rodillas temblorosas; digan a los de corazón temeroso: «Sean fuertes, no tengan miedo. Su Dios vendrá, vendrá con venganza; con retribución divina vendrá a salvarlos».

OREMOS:

Amado Jesús si yo he estado proveyendo en cualquier área de mi vida para alimentar la carne, te pido perdón en este momento. Amado Padre, perdóname por las palabras descuidadas que he dicho en la última década. Perdóname por las cosas que he dicho sobre mí que no estaban alineadas con Tu plan para mi vida. Me arrepiento por usar la unción que me has dado para hablar falsedad basada en la presión de grupo, la cultura y mi generación. Perdóname por las cosas que he hablado sobre mis hijos, mi cónyuge, mi familia y amigos que no formaron parte de tu plan para sus vidas. Perdóname por dar voz a lo que es malo en lugar de lo que es bueno. Purifica mi corazón y mi mente.

Señor, me arrepiento por querer Tus bendiciones sin desear Tu fuego. Pido el fuego que purifica, que consume mi vieja naturaleza. Te pido que me llenes con el fuego de tu santidad. Hazme uno Contigo en el fuego de Tus pasiones. Purifícame con hisopo, y quedaré limpio, lávame y quedaré más blanco que la nieve. Anúnciame gozo y alegría, infunde gozo en estos huesos que has quebrantado. Aparta tu rostro de mis pecados y borra toda mi maldad. (Salmos 51)

Oro para que el fuego del Espíritu Santo limpie mi lengua y me haga hablar Tu palabra y no lo que yo pienso u opino. Renueva mi mente con tu Palabra para que solo Tus palabras fluyan de mi boca. Oro para que el Espíritu Santo me haga consciente cuando estoy a punto de decir o hacer algo que no es Tu voluntad, Señor, pon guarda a mi boca; vigila la puerta de mis labios. No dejes que mi corazón se incline a nada malo, para practicar obras impías con los hombres que hacen iniquidad, y no me dejes comer de sus manjares. (Salmos 141:3-4)

Ahora Señor, oro para que canceles cada mentira del enemigo de mi vida que yo acepté como una verdad. No quiero comer el fruto de la muerte de mis labios. (Proverbios 18:21) Te pido que rompas cualquier palabra de maldición hablada contra mí por otras personas. Perdono en Tu nombre a los que me han hecho daño o me han ofendido. Renuncio a las raíces de amargura, renuncio a los juicios y a los verdugos que fueron desatados por algún familiar, líder o persona con autoridad sobre mi vida, los perdono y declaro que no tienen autoridad sobre mi vida, ni sobre mi familia, ni mi descendencia en el nombre de Jesús.

Amado Jesús: Haz que mi mente reflexione sobre las cosas que son verdaderas, todo lo digno, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo honorable. Sé que tengo la mente de Cristo (1 corintios 2:16). Dame una nueva mentalidad, tu mentalidad. Con tantas cosas malas en este mundo, permíteme ver lo positivo en todas las situaciones y hablar que, en lugar de lo negativo, confío en Ti, en Tu Soberanía.

Trae una fuerte convicción y redargúyeme cuando me prepare para decir algo incorrecto y déjame arrepentirme rápidamente y corregirlo. Desarraiga toda raíz de orgullo de mi vida. Te pido perdón si en algún momento he tenido un espíritu no enseñable y me he negado a aprender las verdades tuyas Señor, perdóname si he tenido orgullo. Cierro la puerta al orgullo en el nombre de Jesús.

Yo sé que mi Redentor vive y mientras yo siga con vida, veré a Dios por mí mismo y con mis propios ojos (Job 19:25-26).  Señor, mi esperanza está en Ti, mi Redentor. Te pido que restaures las sendas antiguas en mí y enciende tu Luz en mí para que pueda verte con mis ojos. Señor, suelta el poder de la resurrección del Espíritu Santo para restaurarme en las sendas de Tu santidad en cada área de mi vida, que Tu amor perfecto recorra todo mi ser echando fuera todo temor. Señor, ayúdame a poner mis ojos en Ti somos tan solo sombras que se mueven y todo nuestro ajetreo diario termina en la nada. Amontonamos riquezas sin saber quién las gastará. Entonces, Señor, ¿dónde pongo mi esperanza? Mi única esperanza está en ti. ¡Oh Señor, oye mi oración! ¡Escucha mis gritos de auxilio! No cierres los ojos ante mis lágrimas.  (Salmos 39:6-7 y 12) ¡AMEN!

Con amor y oraciones,

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