
“Bienaventurada la nación cuyo Dios es Jehová, el pueblo que Él escogió como heredad para sí.”Salmo 33-12
Hoy conmemoramos un año más de la Constitución de la República Dominicana, un documento que da forma a nuestras leyes y a nuestra identidad como pueblo. Sin embargo, más allá de los artículos y decretos, existe un llamado espiritual más profundo: edificar una nación bajo el pacto y la dirección de Dios.
Una constitución puede establecer el orden, pero solo la presencia de Dios puede establecer la justicia, la paz y el amor verdadero entre los ciudadanos. Cada principio de ley debe ir acompañado de un principio de fe. Porque sin la guía del Altísimo, el corazón humano se extravía, y las estructuras pierden su propósito divino.
Aún queda camino por recorrer como nación. Pero si cada dominicano decide ser un constructor del bien, un guardián de la verdad y un instrumento de reconciliación, entonces veremos florecer la patria que soñaron nuestros padres fundadores una tierra donde la libertad y la fe caminen de la mano.
Que en este aniversario, renovemos nuestro compromiso con Dios y con la justicia, para que Su mano siga sosteniendo a nuestra nación y Su luz nunca se aparte de nuestro pueblo.
Oremos a todos.
Señor, bendice nuestra tierra. Restaura los corazones, sana las divisiones y levanta líderes con temor de Ti. Que la República Dominicana sea una nación guiada por Tu Espíritu y firme en Tu verdad.
En el nombre de Jesús, amén.
¡Feliz aniversario de la Constitución, República Dominicana!
“Si Jehová no edifica la casa, en vano trabajan los que la edifican.” (Salmo 127-1)



