Camina en su integridad el justo; sus hijos son dichosos después de él. Proverbios 20:7
Teológicamente se define la integridad como la ordenada manera que caminan las personas a partir de la decisión personal de actuar según disposiciones divinas, solo puede ser integro quien está dispuesto a honrar a Dios a través de sus ejecutorias. En ese sentido, actuar con apego por la familia es natural, pero seremos sabios si la convertimos en preocupación por nuestro propio carácter.
Si caminamos ante el Señor en integridad, haremos más para bendecir a nuestros descendientes que si le dieramos como herencia grandes propiedades. El hombre recto deja a sus herederos su ejemplo, y esto en sí mismo será una mina de verdadera riqueza.
Amados, aquel que camina en integridad le deja su reputación y sobre todo, deja a sus hijos sus oraciones y la bendición de un Dios que escucha las oraciones. Sobre esta base creada desde los cimientos, los hijos tendrán como herencia una descendencia para ser favorecida ante el Padre, imitarán siempre lo bueno, caminarán en la honestidad, cosecharán el éxito de las bendiciones que el Señor le entregará. Jehová te bendiga en este día en su amor inquebrantable, Amén.