JUECES 2:7-10 En los textos que hemos leído podemos ver el momento en el cual la generación de Josué llego a su final, una generación que vio las maravillas de Dios, una generación que vio caer los muros de Jericó por el poder de Dios, ellos pelearon grandes batallas contra ejércitos más numerosos y más fuertes que ellos solamente confiando en Dios y él les dio la victoria.
Pero en el vs 10 se nos menciona algo muy triste que nos debe hacer reflexionar a cada uno de nosotros: “…Y se levantó después de ellos otra generación que no conocía a Jehová, ni la obra que él había hecho por Israel”
Después que murió la generación de Josué se levantó una generación que no conocía a Dios, ¿había fallado esta nueva generación de Israelitas? No, quienes fallaron primeramente fueron sus padres.
Hoy vamos a reflexionar sobre una generación en peligro, ¿Cuál generación en peligro? La generación que esta formada por nuestros hijos e hijas, por nuestros nietos y nietas, una generación de niños y jóvenes que puede estar en peligro de no conocer a Dios, así como la generación después de Josué.
¿Porque es una generación en peligro? Veamos lo que nos enseña la palabra de Dios sobre cuáles son los peligros de no conocer a Dios:
Una persona que no conoce a Dios no puede hacer lo bueno, sino solamente lo malo (Jeremías 4:22)
Una persona que no conoce a Dios esta expuesta al castigo eterno (2 Tesalonicenses 1:7-9)
La palabra de Dios nos muestra que grandes hombres de Dios tuvieron hijos que no conocieron a Dios o se apartaron de sus caminos
Los hijos de Aaron (Levítico 10:1-2)
Los hijos de el sacerdote Eli (1 Samuel 2:12)
Salomón el hijo del rey David (1 Reyes 11:6)
Manases el hijo del Rey Ezequías (2 Reyes 21:1-3)
Al darnos cuenta de que grandes hombres de la Biblia tuvieron hijos que hicieron lo malo podemos tomar dos lecciones muy importantes para nosotros:
Nuestro ejemplo es importante pero no es suficiente para impactar la vida de nuestros hijos
Si esto pasó en las familias de grandes hombres de Dios, ¿Cómo podemos pensar que no puede pasar en nuestra familia?
¿Qué necesitamos hacer como padres para que nuestra próxima generación no sea una generación en peligro de no conocer a Dios?
NO OLVIDAR QUE EL PRIMER LUGAR DONDE DEBEMOS PREDICAR EL EVANGELIO ES EN NUESTRO HOGAR (DEUTERONOMIO 6:4-9)
Nosotros como padres debemos predicar y confirmar la fe de nuestros hijos, no podemos confiarnos que son salvos si nunca los hemos confrontado con la palabra de Dios.
No caigamos en el error de pensar que, porque nuestros hijos se congregan, porque han crecido en la escuela Bíblica, porque estudian en una institución cristiana ellos ya son cristianos, tenemos que confirmar la fe de nuestros hijos e hijas.
No cometamos el lamentable error de predicarle a otros el evangelio, de ganar almas en todos lados menos en nuestra propia casa.
NO DEBEMOS COMETER EL ERROR DE PENSAR QUE ES NORMAL QUE LOS JOVENES CRISTIANOS SE APARTEN DE LOS CAMINOS DE DIOS Y SE VAYAN AL MUNDO (SANTIAGO 4-4)
Es un error pensar que es normal que los jóvenes se vayan al mundo y dejen los caminos de Dios, para nosotros no debería ser algo sin importancia que nuestros hijos se vuelvan enemigos de Dios.
Comprendamos algo muy importante: Toda persona que disfruta mas la vida del mundo, los placeres del mundo, es porque no ha probado, no ha disfrutado verdaderamente la vida que Cristo da es porque no ha tenido un encuentro real y verdadero con Jesús (Salmo 34:8) PLT (Palabra de Dios para todos) Saboreen al SEÑOR y vean lo bueno que es él.
Alguien que verdaderamente ha gustado, que ha saboreado la vida en Cristo puede decir lo mismo que el apóstol Pedro: Señor a quien iremos, tu tienes palabras de vida eterna.
TENEMOS QUE HABLARLES A NUESTROS HIJOS DE LAS MARAVILLAS QUE DIOS HA HECHO CON NUESTRA FAMILIA (1 SAMUEL 12:24)
Nuestra próxima generación tiene que ser una generación de hombres y mujeres que siguen y adoran al Señor no por obligación, no porque sus padres los obligaron, sino por agradecimiento por sus maravillas.
Nuestros hijos e hijas tienen que conocer cuan bueno y misericordioso ha sido Dios con nuestra familia y con ellos mismos, ellos tienen que saber sobre las sanidades, la provisión, la protección, etc (Marcos 5:18-19)
Y SI NUESTROS HIJOS SE HAN APARTADO, SI NO HAN CONOCIDO A CRISTO COMO SU SEÑOR Y SALVADOR ¿QUE DEBEMOS HACER?
Tenemos que reconocer que así como la alegría más grande de todo padre y madre cristiana tiene que ser que sus hijos anden en la verdad (3 Juan vs 4)
Igualmente, el dolor más grande para nosotros como padres cristianos debería de ser que nuestros hijos anden lejos del camino de Dios, que nuestros hijos no quieran nada con el Señor.
Tenemos que reclamar las promesas del Señor para nosotros y nuestra familia (Hechos 16:31)
Tenemos que predicarles, no debemos cansarnos nunca de hablarles de Cristo Jesús (2 Timoteo 4:1-2)
Debemos orar para que nuestro Dios los traiga con lazos de amor a los caminos de Dios (Oseas 11:4)
Pero tenemos que saber que, si nuestros hijos son rebeldes al llamado de Dios, si son rebeldes y no quieren caminar en los caminos de Dios, el Señor puede usar el cayado de las ataduras para traerlos a su camino (Zacarias 11:7)