MATEO 1:18 El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo.
A pesar de que cada vez más la familia está perdiendo el valor que tiene dentro de la sociedad, debemos saber que, para Dios, la familia sigue teniendo una gran importancia y un inmenso valor.
Tan grande es el valor y la importancia de la familia para Dios que, cuando envió a su Hijo a este mundo, buscó un padre y una madre para Él. Esto nos enseña que no hay mejor ambiente para el crecimiento de un hombre que el seno de una familia.
Si hoy en día la familia ha perdido ese valor, no es porque Dios haya dejado de considerarla importante, sino porque nosotros mismos, con nuestras actitudes, hemos devaluado su importancia.
Hoy estamos a pocos días de celebrar la navidad y podemos vale la pena reflexionar en las características de la familia que Dios eligió para enviar a su Hijo a nacer en este mundo. Descubriremos que, aunque eran personas imperfectas como cualquiera de nosotros, tenían actitudes dignas de ser imitadas por nuestras familias hoy.
VEAMOS EN LA PALABRA DE DIOS CUÁLES ERAN LAS CARACTERÍSTICAS DE LA FAMILIA DE JESÚS:
I) LA FAMILIA DE JESÚS ERA UNA FAMILIA QUE TUVO UN BUEN COMIENZO: LAS PERSONAS CORRECTAS Y LA FORMA CORRECTA
(Lucas 1:26-27) Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, 27 a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María.
José y María eran personas del pueblo de Dios, ambos israelitas. Esto nos enseña que la forma correcta de buscar una pareja con la cual pasar el resto de nuestra vida es asegurándonos de que también pertenezca al pueblo de Dios.
Como cristianos, no podemos ni debemos buscar relaciones con personas que no comparten nuestra fe. El primer paso para tener una familia victoriosa es elegir a la persona correcta. Los jóvenes deben comprender que un matrimonio o un noviazgo no serán de bendición si se forman con personas inconversas.
El segundo paso para un matrimonio bendecido es hacerlo de la manera correcta: María y José estaban desposados, es decir, comprometidos para casarse, pero aún no vivían juntos hasta que llegara el momento de la ceremonia nupcial, NO VIVAMOS EN FORNICACIÓN, ORDENEMOS NUESTRA VIDA DELANTE DE DIOS.
II) LA FAMILIA DE JESÚS ERA UNA FAMILIA UNIDA
(LUCAS 1:36-39) Y he aquí tu parienta Elisabet, ella también ha concebido hijo en su vejez; y este es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril; 37 porque nada hay imposible para Dios. 38 Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia. 39 En aquellos días, levantándose María, fue de prisa a la montaña, a una ciudad de Judá; 40 y entró en casa de Zacarías, y saludó a Elisabet.
Cuando María supo que su prima Elisabet estaba embarazada, no dudó en ir a visitarla a la montaña.
¿Qué tan unida está nuestra familia? ¿Hace cuánto tiempo no nos tomamos un momento para visitar a nuestros familiares que no viven con nosotros?
EL ORGULLO Y LA FALTA DE INTERÉS nos están robando la oportunidad de tener armonía en nuestra familia.
¿Cuántos de nosotros sabemos que algún familiar está pasando necesidad, pero no hemos tenido la misericordia de visitarlo para llevarle bendición? Tenemos que recordar lo que la palabra de Dios nos enseña (Salmo 133:1-3) ¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es Habitar los hermanos juntos en armonía! 2 Es como el buen óleo sobre la cabeza, El cual desciende sobre la barba, La barba de Aarón, Y baja hasta el borde de sus vestiduras; 3 Como el rocío de Hermón, Que desciende sobre los montes de Sion; Porque allí envía Jehová bendición, Y vida eterna.
III) LA FAMILIA DE JESÚS UNA FAMILIA QUE CUIDABA SU INTIMIDAD FAMILIAR
(Mateo 1:18-20) El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo. 19 José su marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente. 20 Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es.
José tenía el derecho, según la ley, de denunciar que María estaba embarazada, lo cual podría haber llevado a que fuera apedreada. Sin embargo, porque la amaba, decidió asumir la culpa para que ella no fuera infamada.
Si amamos a nuestra familia, no hablaremos mal de ella con nadie, incluso si estamos enfrentando conflictos. Debemos ser fieles a los miembros de nuestra familia.
«No permitas que los conflictos internos se conviertan en un espectáculo externo.»
Dejemos de hablar mal de nuestros padres, de nuestro cónyuge y de justificar nuestros errores señalando los defectos de nuestra familia. Recordemos que cada uno dará cuentas delante del Señor.
IV) LA FAMILIA DE JESUS ERA UNA FAMILIA CON UN CORAZÓN LLENO DE CONTENTAMIENTO
(Lucas 2:6-7) Y aconteció que estando ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento. 7 Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.
José y María estaban unidos a pesar de las dificultades. Aunque no había lugar más que en un humilde pesebre, allí fueron felices.
Muchas veces no somos felices por lo que no tenemos, pero no valoramos todo lo que sí poseemos. Tenemos que comprender que las familias pueden comenzar con muy poco, pero con la bendición de Dios, pueden prosperar NO ES NUESTRO COMIENZO LO QUE DETERMINA NUESTRO FUTURO (Job 8:7) Y aunque tu principio haya sido pequeño, Tu postrer estado será muy grande.
V) LA FAMILIA DE JESÚS ERA UNA FAMILIA QUE ENFRENTABA LOS PROBLEMAS JUNTOS
(MATEO 2:13-15) Después que partieron ellos, he aquí un ángel del Señor apareció en sueños a José y dijo: Levántate y toma al niño y a su madre, y huye a Egipto, y permanece allá hasta que yo te diga; porque acontecerá que Herodes buscará al niño para matarlo. 14 Y él, despertando, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto, 15 y estuvo allá hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliese lo que dijo el Señor por medio del profeta, cuando dijo: De Egipto llamé a mi Hijo.
Cuando enfrentamos dificultades, muchas veces lo primero que hacemos es tomar decisiones apresuradas que afectan nuestra familia, como separarnos o rendirnos.
Tomemos la decisión de enfrentar los problemas con la fortaleza de la unidad familiar (Eclesiastés 4:9-12) Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. 10 Porque si caen, uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante. 11 También si dos durmieran juntos, se calentarán mutuamente; mas ¿cómo se calentará uno solo? 12 Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; y el cordón de tres dobleces no se rompe pronto.
CONCLUSIÓN: La familia de Jesús es un ejemplo digno de imitar en nuestras vidas. A pesar de las dificultades, José y María demostraron fidelidad, amor, unidad, y confianza en Dios. Este modelo nos inspira a valorar nuestra familia, cuidar su intimidad, enfrentar los problemas juntos, y tener un corazón lleno de contentamiento. Al meditar en estas enseñanzas, podemos trabajar para construir familias más fuertes y bendecidas, que reflejen el diseño divino.