Bendeciré al Señor en todo tiempo; lo alabarán siempre mis labios. Salmos 34:1 NVI
Muchas veces queremos entrar en una nueva temporada sin BENDECIR A DIOS de la temporada pasada: lo bueno, lo malo y lo difícil. Bendecir al Señor significa hablar bien de su grandeza y bondad, y decirlo realmente desde lo más profundo del alma. Es una “expresión de gratitud en alabanza”. Dios es infinitamente más grande que el hombre, y el hombre nunca podría darle una bendición a Dios. David quiso decir esto en el sentido de que Dios es bendecido y honrado cuando nosotros lo alabamos y le agradecemos aún en medio de circunstancias hostigadoras, desde un corazón contrito y humillado.
La vida está llena de temporadas: algunas son de gozo, otras de desafío, y otras nos llevan a nuestros límites. Sin importar cómo haya sido la temporada que acabamos de atravesar, hay algo poderoso y transformador en levantar nuestras manos y bendecir a Dios por ella. Si fue una temporada buena, bendigamos a Dios porque Su fidelidad nos sustentó y Su gracia nos colmó de bendiciones. Si fue una temporada difícil, agradezcamos porque en medio de la prueba, Él estuvo allí, enseñándonos, fortaleciendo nuestra fe y moldeandonos a Su imagen. Vivir una vida de gratitud fortalece nuestra confianza en Dios porque vemos la obra que Él hizo en nosotros en el pasado. La gratitud evita que el enemigo infecte nuestros corazones con pánico, conflicto y ansiedad porque recordamos el poder del Señor Jesús. La gratitud es la semilla para más.
DIA 1 EN SU PRESENCIA
LECTURAS BÍBLICAS: Salmo 34, Salmos 103:1-3, Salmo 115:16-18, Salmo 145 – Dios no cambia con las temporadas de nuestra vida. Él siempre es fiel, bueno y digno de nuestra alabanza. Cuando bendecimos a Dios en todo tiempo, estamos declarando nuestra confianza en que cada temporada tiene un propósito y que Él obre todo para nuestro bien. Así que, en este día, tomemos un momento para alabar al Señor por lo que fue, lo que es y lo que está por venir. Porque aún en medio de los momentos más oscuros, Su luz nunca nos dejó y alumbrará nuestro camino hacia los nuevos comienzos.
Mientras entramos en este nuevo año y estos 21 días en Su presencia, dedica este primer día a BENDECIR AL SEÑOR. Esto hará que el Señor te bendiga y te conceda favor para la temporada que estás iniciando. Haz una lista de las situaciones malas de la temporada que pasó, agradece y bendice al Señor porque te ha sostenido en medio de esas situaciones. Pon tu canción de alabanza favorita y canta en medio de cualquier estructura estéril que esté tratando de retenerte. Es una de las armas espirituales más poderosas que posees. La alabanza es más que un canto agradable o unas pocas palabras de elogio a Dios. Ésta produce resultados. La alabanza trae la misma presencia de Dios. (Hechos 16:16-34) Obsérvalo mientras Él completa una temporada y abre otra. Levanta tus manos ante Él y hazle saber que lo amas y confías en Él para tu futuro.
Con amor y oraciones,