
Si nosotros aspiramos a ser creyentes poderosos y vigorosos y que den fruto, nosotros necesitamos centrarnos en la persona de Jesucristo.
El apóstol Pablo comienza diciendo en Colosenses 1:9: «Por lo cual también nosotros desde el día que lo oímos no cesamos de orar por vosotros y de pedir que seáis llenos del conocimiento de Su Voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual.»
Cuando el apóstol Pablo dice desde el día que lo oímos él está refiriéndose con respecto a la actitud de estos hermanos de Colosas. Dice el apóstol Pablo que son personas que están llenos de el amor de Dios y de el amor del Espíritu Santo. En el versículo 8 el apóstol Pablo habla de Epafras un siervo del Señor que parece que fue el fundador de la Iglesia de Colosas y dice que: «El hermano Epafras nos ha declarado vuestro amor en el Espíritu.»
Entonces el apóstol Pablo está celebrando esa comunidad amorosa que existe en Colosas. Y Pablo al escuchar de parte de este plantador de iglesias que esa comunidad en Colosas que posiblemente él nunca visitó pero que esa Iglesia está llena del amor de Dios, Pablo se llena de gozo y entonces ese gozo que él siente por estos hermanos que están viviendo una vida de amor y de harmonía es movido por Dios a pedir que esta comunidad continúe creciendo y siendo bendecida.
Y Pablo pide que el Espíritu Santo provea a esa comunidad de una serie digamos de nutrientes espirituales que infunda en ellos una serie de cualidades muy poderosas y hermosas que son importantísimas para todo creyente y toda comunidad de fé. De paso quiero decirles que una de las cosas que más me hace gozarme cuando leo las respuestas a nuestras meditaciones en Dios Habla Hoy es ver cómo Dios está forjando una comunidad de creyentes que se están apoyando unos a otros por medio de sus oraciones, consejos que se dan unos a otros, palabras de ánimo, inclusive palabras de corrección pero hechas en una forma muy generosa y muy cortés y delicada.
Y cómo Dios está verdaderamente forjando entre ustedes un diálogo precioso y un sentido de que: ¿sabes qué? somos parte de un cuerpo y que debemos orar unos por los otros, interceder unos por los otros, instruirnos unos a otros y eso me da gran gozo y a mí mismo me anima entonces a pedir que el Espíritu Santo continúe forjando ese sentido de amor y de compañerismo, y de cuerpo en esta comunidad de Dios Habla Hoy.
Porque es que eso es lo que motiva a los pastores y yo sé que eso es lo que motiva al Padre Celestial también cuando Dios ve a sus hijos amándose unos a otros, apoyándose, edificándose unos a otros, intercediendo unos por los otros el Espíritu Santo se regocija y entonces envía bendición y como dice el Salmo 133: «Porque allí envía Jehová bendición y vida eterna cuando los hermanos habitan juntos en harmonía.»
Entonces Pablo cuando oye de parte de Epafras que estos hermanos están co-existiendo en amor y harmonía él entonces dice que es motivado a no cesar de orar por ellos, este pastor que es Pablo se siente animado entonces a interceder por ellos. Recordemos esto hermanos de la comunidad Dios Habla Hoy, Dios nos está diciendo: continúen amándose, apoyándose, cultivando este sentido de comunidad, tejiendo este diálogo que glorifica al Padre. Imagínese lo gozoso que se siente el Espíritu Santo en este momento cuando creyentes de: Venezuela, Perú, Bolivia, Colombia, Chile, Austria, Suiza, Francia aún del Medio Oriente, un hermano que nos escribe de Japón y de tantas otras partes del mundo están amándose unos a otros ¡qué holocausto de alabanza es para Dios! que esta comunidad internacional extremadamente internacional se esté tejiendo alrededor de este principio del amor cristiano y del amor mutuo unos entre los otros.
Así que quiero animarles a esto porque yo sé que eso va a motivar al Espíritu Santo entonces para que haga grandes cosas en esa comunidad de Dios Habla Hoy. Dios les bendiga y recuerden que seguiremos meditando con respecto a la persona de Jesús. Todo esto está orientado hacia enfocarnos a la persona de Jesucristo.