Entonces el ángel me respondió y me dijo: Es la palabra del Señor a Zorobabel, que le dice: Yo no actúo por medio de un ejército, ni por la fuerza, sino por medio de mi espíritu. Lo ha dicho el Señor de los ejércitos. ¿Quién eres tú, monte imponente? ¡Ante Zorobabel quedarás convertido en una llanura! Porque él extraerá la piedra principal entre aclamaciones a su belleza. La palabra del Señor vino a mí, y me dijo: Zorobabel mismo echará los cimientos de esta casa, y con sus propias manos la terminará. Así sabrás que el Señor de los ejércitos me ha enviado a ustedes. Porque los que se burlaron de los modestos comienzos se alegraron al ver la plomada en la mano de Zorobabel. Estos son los siete ojos del Señor, los cuales recorren toda la tierra Zacarías 4:6 RVC
El Señor nos recuerda en NOVIEMBRE que no son nuestras propias fuerzas o habilidades las que traerán la victoria de cada batalla que estemos librando, sino el poder del Espíritu Santo que obra a través de nosotros. Zorobabel estaba desgastado y cansado. Había sentado las bases de su llamamiento en el templo, pero estaba a punto de ceder al desánimo. Las escrituras destacan cómo Zorobabel debía terminar su llamado sin confiar en los recursos, caminos, fuerzas o números del hombre. Más bien, Dios lo alienta a él y a nosotros a que el Espíritu de Dios lograría esto y que no quedaría sin terminar. Toda montaña sería movida y sobre él se declara la GRACIA DIVINA, toda la gracia necesaria para su consumación. Dios estaba diciendo: «Completaré esto a través de ti, no por tu fuerza, sino porque has aprendido a depender de Mí». (Magie de Cano)
ABRAZA SU GRACIA
2 Corintios 12:9 RVC Pero él me ha dicho: «Con mi gracia tienes más que suficiente, porque mi poder se perfecciona en la debilidad.» Por eso, con mucho gusto habré de jactarme de mis debilidades, para que el poder de Cristo repose en mí.
«Hoy, mientras te enfrentas a nuevos desafíos, incertidumbre y debes tomar decisiones difíciles, quiero que reflexiones sobre todas las cosas a las que te he llevado, dice el Señor. Cuando tenías muy poco, te sostuviste y te llevé a un lugar más próspero. Cuando no sabías qué hacer ni a dónde ir, te abrí una puerta. Yo estuve a tu lado en cada dificultad, en cada imposibilidad, y te abrí un camino cuando no lo había.
«Cuando las cosas eran tan difíciles para ti y pensabas que no lo lograrías, ¡LO HICISTE! Te ayudé en cada circunstancia y te mantuve firme a través de cada tormenta que enfrentaste, y te mantendré firme ahora», dice el Señor”.
«Yo no cambio. La ayuda está en camino. Todavía estoy hablando contigo. Todavía te estoy guiando. Todavía estoy descargando Mi sabiduría y conocimiento en ti. Todavía estoy ordenando tus pasos y dirigiendo tu camino. Todavía soy el que te abre puertas. Nunca te he fallado en el pasado, y no te fallaré ahora. Nada es demasiado difícil para mí, nunca. No hay dificultades ni desafíos para mí, y soy tu ayuda siempre presente en tiempos de problemas. Yo no fallo. Tú tampoco fallarás. Así que recuerda de dónde te saqué y conoce que Soy Yo, quien ha comenzado una buena obra en ti, y la completaré. Nunca dejó asuntos sin terminar y siempre terminó lo que he comenzado. Perfecciono lo que empiezo, y perfeccionar lo que te concierne a medida que te apoyes en Mi fidelidad y disfrutas del favor abundante que te otorgó hoy y siempre cuando confías en Mí», dice el Señor. (June Sheltrown Reinke)
Jeremías 32:27 NVI Yo soy el Señor, Dios de toda la humanidad. ¿Hay algo imposible para mí?
Con amor y oraciones,