Dios tiene cada tiempo medido, en su agenda está escrito el día, la hora, el momento y el lugar de las respuestas que necesitamos. Dios no tiene prisa para responder, porque Él no basa su respuesta en un reloj humano, sino en un reloj celestial que está regido por su perfecta voluntad que como resultado dan respuestas idóneas en un tiempo humano perfecto. Nuestra tarea en medio del periodo de espera es mantener una actitud que agrade a Dios porque solo eso nos puede mantener firmes en medio de cualquier circunstancia.
Fuente:
Pastor Enrique Monterroza | El Salvador, Centroamérica