El Señor aconseja a la gente no robar : «El que robaba, deje de robar y póngase a trabajar, realizando un buen trabajo con sus manos para que tenga algo que dar a los necesitados.» Efesios 4:28 DHHS94.
Es deleznable ante nuestro Creador cogerse lo ajeno, el Dios Eterno no concuerda con esa conducta de la cual requiere desactivar tal cosa en procura de una vida fructífera y prosperada.
Cuando un ladrón llamado Zaqueo alcanzó Misericordia ante Jesús fue cuando devolvió todo lo que le había robado a los pobres: «Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado.» S. Lucas 19:8 RVR1960.
Otra versión , declara: «Zaqueo se levantó entonces y le dijo al Señor: —Mira, Señor, voy a dar a los pobres la mitad de todo lo que tengo; y si le he robado algo a alguien, le devolveré cuatro veces más.» San Lucas 19:8 DHHS94.
Robar carga la conciencia, y resulta y viene a ser que existen gentes muy cargadas por esta causa. Zaqueo descargó la suya mediante el arrepentimiento marcando con esta acción el camino de la reconciliación con el Señor.
Quien se dedique a esta práctica, sea quien sea , debe mirarse en éste espejo , Zaqueo para conciliar con el Señor tubo que devolver lo que se había robado , de manera pues , que si robaste algo a alguien, sea una composición literaria de algún artista , o las letras de una canción que no fue el producto de tu talento sino el de otro u otra , o dinero que fue producto del trabajo honesto, o pertenencias de cualquier índole y quiere conciliar con Dios , tienes que devolver primeramente lo que te robaste.
Cuando Jesús decidió limpiar el Templo fue porque en el mismo estaban robando: «Y entró Jesús en el templo de Dios, y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el templo, y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas; y les dijo: Escrito está: Mi casa, casa de oración será llamada; mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones.» S. Mateo 21:12-13 RVR1960.
De igual manera debemos de proceder a limpiar nuestra conciencia de tal conducta maligna, perversa y diabólica; porque somos el Templo del Espíritu Santo: «¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.»1 Corintios 6:19-20 RVR1960.
Uno de los ladrones salvado por Jesús en el sacrificio De la Cruz pudo lograr el bien más preciado el de la salvación porque se arrepintió, y éste arrepentimiento Jesús lo valoró positivamente otorgándole Su Misericordia. Pero el ladrón que no se arrepiente le espera un momento difícil y complicado; y es que no podrá entrar al reino de los cielos: «¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.» 1 Corintios 6:9-11 RVR1960.
