El Salmo 100 nos invita a un espíritu de gratitud y alabanza, recordándonos que Dios es el centro de toda buena dádiva en nuestra vida. La celebración del Día de Acción de Gracias, reconocida en distintas partes del mundo, es una oportunidad especial para detenernos, reflexionar y dar gracias a Dios con un corazón humilde y sincero.
La Palabra dice:Servid a Jehová con alegría (v.2) Nuestro servicio a Dios no debe ser una carga, sino un privilegio lleno de gozo. Él nos ha dado la vida, nos cuida como ovejas de su prado, y nos llama a caminar en su presencia con regocijo. Entrad por sus puertas con acción de gracias» (v.4): Cada día que vivimos es una nueva oportunidad para alabarle. Nuestra gratitud debe ir más allá de lo material y enfocarse en lo eterno: Su amor, Su misericordia, y Su fidelidad, que trascienden todas las generaciones.
El Día de Acción de Gracias no solo se trata de compartir una comida o de celebrar con la familia, sino de reconocer que todo lo que tenemos proviene de Dios. Él es la fuente de nuestra provisión, de nuestro sustento, y, sobre todo, de nuestra salvación.
Un llamado práctico. Demos gracias primero a Dios: Por su bondad y fidelidad. Sin Él, nada sería posible Agradezcamos a quienes nos rodean- Reconozcamos a quienes Dios ha puesto en nuestras vidas como instrumentos de bendición..Vivamos con gratitud diaria: No esperemos un día especial para dar gracias. Cada amanecer es un regalo divino.
Señor, te damos gracias porque Tú eres bueno, y para siempre es tu misericordia. Ayúdanos a vivir con un corazón agradecido, reconociendo que Tú nos has hecho y nos has sostenido. Que cada día de nuestra vida sea un día de acción de gracias para Ti..Toda honra y gloria recibe la.n este Día de Acción de Gracias y siempre, recordemos que agradecer a Dios transforma nuestra perspectiva y llena nuestra vida de gozo y Paz.
