Una de las cosas más importantes que un padre tiene que enseñar a sus hijos es a dar gracias; no es algo innato. Los niños aprenden más rápido a decir que no o “esto es mío”, que a dar gracias. Así que conlleva un gran esfuerzo de parte de los padres el dejarles saber que es de buenas costumbres, de gran valor el dar gracias a aquel que hace algo por ellos. Tenemos que enseñarles que el agradecimiento es parte de la cortesía y de los buenos modales dentro de una sociedad culta.
Pero para el creyente, dar gracias es mucho más que buenos modales o buenas costumbres. Para nosotros, el agradecimiento es un estilo de vida. Y como emprendedores y empresarios, tenemos que aprender que el agradecimiento es vital para poder ver la mano de Dios obrar en favor de nosotros.
Nunca podrás avanzar, crecer y desarrollarte en tu área económica, financiera, si no está la actitud correcta de agradecimiento en tu corazón delante de Dios.
Cinco cosas que podemos aprender en la palabra del Señor, en el área del agradecimiento:
- El ser malagradecido es algo que no agrada a Dios. Cuando una persona tiene una actitud de mal agradecimiento, contrista al Espíritu Santo, a la persona de Dios. El Maestro sanó a diez leprosos, pero uno solo regresó y dio gracias. Ese recibió el milagro completo, se finalizó la obra en la vida de esa persona.
“30 Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.” Efesios 4:30
Nuestras acciones y pensamientos contristar al Espíritu Santo de Dios, al Señor. No contristes al Espíritu Santo a través de una actitud errónea de mal agradecimiento.
- Enfócate en las bendiciones que son obvias en tu vida que provienen de parte de Dios. muchos se vuelven malagradecidos por un error de enfoque. Están mirando lo que les hace falta, su enfoque les lleva a tener un corazón amargado, frustrado, que no puede ver la bendición de Dios en su vida. Si quieres vivir una vida de agradecimientos, es necesario que limpies el filtro de tus ojos y de tu corazón, y te des cuenta que más son las bendiciones que Dios te da, que los problemas y dificultades que tienes.
“19 Bendito el Señor; cada día nos colma de beneficios, el Dios de nuestra salvación.” Salmos 68:19
El Dios al que tú le sirves, te bendice todos los días, te prospera, te ayuda, te da aliento de vida. Hoy, Dios te dio aliento de vida; hoy ha habido grandes y pequeñas bendiciones que tú puedes identificar y dar gracias a Dios por ellas. Pero si permites que tu mente se enfoque en aquello que no tienes, en aquello que te falta, en lo que no has obtenido o logrado, en lo que deseas y todavía hoy no tienes, tu corazón se llenará de amargura, de dolor, y no serás agradecido con el Señor. Enfócate y agradece a Dios todo lo que te ha dado, desde lo más simple hasta lo más grande. Dale gracias porque todo proviene de Él.
- Créele a Dios y enfócate en la libertad de tus problemas. Tienes que saber que Dios te puede librar de todo problema que tengas, y de alguna u otra manera, Él lo va a hacer.
“19 Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas le librará Jehová. 20 Él guarda todos sus huesos; ni uno de ellos será quebrantado.” Salmos 34:19-20
Enfócate en creerle a Dios que pronto serás libre de todos tus problemas, y mientras le crees, agradece todo lo que Él ha hecho por ti y los tuyos. Cuando una persona conoce al Dios que salva, el Dios que liberta, que sana, aun en medio de los problemas puede celebrar. Ten expectativa de que pronto serás libre de todas esas cosas.
- Mantén claro el sueño que persigues. Cuando estás enfocado en tus sueños, te llenas de pasión, de alegría, de paz, de libertad, de gozo, de fe, de expectativa de que algo grande va a ocurrir. Cuando pierdes de vista tus sueños, comienzas a ver los problemas que tienes, tu mente se dirige al lugar de las cosas negativas, a lo no cumplido, lo no alcanzado, lo no logrado, lo que esperas pero que todavía no ha ocurrido. Hoy es el día de entender que llegó tu momento de libertad, y decidir enfocarte en tus sueños, en lo que Dios te ha prometido. Una persona que tiene su sueño claro delante de sí, su corazón permanece protegido, cuidado; está tan enfocada, que podrá dar gracias de que Dios ha hecho la obra en su vida. ¿Quieres un corazón agradecido? Mantén claro, delante de ti, tus sueños.
“13 Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, 14 prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.” Filipenses 3:13-14
Haz una sola cosa: muévete hacia el futuro, hacia delante, hacia al frente. Tienes algo más grande que alcanzar, algo más grande por lograr. Una persona agradecida de Dios, es una persona enfocada en perseguir el sueño divino para su vida.
- Apártate de personas malagradecidas. Deja esas amistades, ese grupo de personas que viven amargados, atrasados en esa situación mental y emocional donde no pueden ver las cosas que Dios tiene para ellos y, por lo tanto, han perdido de vista la libertad que Dios tiene para ellos.
“33 No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres.” 1 Corintios 15:33
Seguramente, conoces personas que cuando te acercas a ellos, te das cuenta del odio, del rencor, del desenfoque espiritual, emocional que tienen. Si permaneces con ellos, se te puede pegar y, sin darte cuenta, puedes terminar pensando de forma errónea, con tristeza, amargura, puedes desenfocarte; y puede que tú no seas así, pero se han transferido las emociones negativas de aquellos que están a tu alrededor y te has convertido en uno de ellos, en vez de ellos a ti. Si te afecta la relación que tienes con alguien porque te contamina en tus pensamientos, en tus ideas, apártate y no permitas que marque tu corazón y te torne en una persona malagradecida.