Este es un tiempo de cierre divino. De hecho, este año ha sido un año de «conclusión» de los últimos siete. Un año en el que la prioridad ha sido vaciar más que añadir, y finalizar más que comenzar. Es por eso que la lucha de este año no solo ha consistido en cambiar nuestras actividades, sino en poner fin a muchas cosas que hemos estado haciendo y que ya no nos darán los mismos resultados o efectos en el 2025.
Dios ha estado intentando llevarse no solo a descansar, sino a un reinicio. De hecho, Él ha intentado acabar con aquello que te ha estado matando. Así es. Ha habido mucho en tus actividades que ha estado acabando contigo. Hay tanto que has atribuido al Reino en lo que la gracia se ha desvanecido y la unción se ha perdido. Dios te ha estado guiando suavemente para que dejes esa asignación y actividad en particular que ya no tiene la misma gloria y efectividad de antes. Él ha estado tratando de levantar tus ojos y tu cabeza hacia algo más grande.
Y a veces, la única manera de hacerlo con las personas visionarias, motivadas, es acabar con los “bueyes” que te están llevando hacia el agotamiento. Y eso es lo que Él ha estado haciendo este año. Ha habido un claro retiró de la gracia en muchas áreas de tu vida, Pionero. Puedes mirar este año, ver la lucha y reconocer que te has desgastado, te has agotado y has estado cansado, sin saber cómo debes dar el siguiente paso hacia el cambio.
Es como si muchos hubieran reconocido el cambio y dijeran: “Dios, ya me hasta a este buey. ¡Ya dije que esto es lo que soy y esto es lo que hago!” Y el Señor te dice: “Déjalo morir.” “¿Confías en mí? Deja morir a ese buey.” (1 Reyes 19:19-21)
No es que el sueño vaya a morir necesariamente, es solo que Dios necesita reorganizar tu manera de pensar que ya no es saludable y está desviando tu llamado. Sí, pensamientos de batalla, pensamientos de supervivencia, pensamientos de heridas: te han estado llevando a un desvío de tu llamado, y es eso lo que debe llegar a un cierre. Incluso habías comenzado a formar un callo de pensamiento sobre lo que es tu idea del Reino. Y esto te ha hecho rígido y, en cierta medida, te ha llevado a resistir el fluir y el movimiento del Espíritu de Dios, que ahora mismo está irrumpiendo en las orillas de la Tierra.
Sí, pionero, tú eres el abre camino. Eres de los que van delante del cuerpo de Cristo y viven en el mañana. Pero si no tienes cuidado, tus propios pensamientos pueden evitar que seas eso en la próxima temporada. Sin embargo, Dios está trayendo cierre a gran parte de tus actividades y procesos, para llevarte a un nuevo lugar de rendición, para que puedas ver hacia dónde Dios está guiando y hacia dónde ya no lo está.
Otra área a la que Dios está trayendo cierre ahora es en las relaciones que están en yugo desigual. Es por eso que el Señor ha estado llevando a un fin muchas de las asignaciones, llamados y movimientos a tu alrededor. Él ha querido que termines bien. Ha querido que mantengas la bandera en alto hasta el final, pero también ha querido que dejes esas salas.
Es Su deseo que te desyugues y te desates de tantas relaciones que te han mantenido en esclavitud. De la misma forma en que tus pensamientos pueden detenerte, tus alianzas también pueden detenerte de entrar en la plenitud de todo lo que Dios te ha llamado a ser. Esas alianzas han cambiado tu voz. Esas alianzas han cambiado tu enfoque. Esas alianzas han manchado el ungüento en cierto grado, y Dios te ha estado llamando a liberarte de esas relaciones tóxicas y de yugo desigual qué te han enredado y retenido.
Él ha estado diciendo: “¡El tiempo se ha acabado! Ya no estarás atrapado en relaciones que asfixian tu espíritu, que frenan tu crecimiento o que diluyen el fuego que he puesto en ti.” ¡Los contratos de hombre deben ser rotos! Los pactos que yo no autoricé deberán ser cancelados. ¡Los votos que hiciste y que te ataron deben ser quebrantados!”
Sin embargo, este es tu momento de terminar bien, incluso en alianzas deshonrosas. Es tu obediencia en el cierre lo que desbloqueará el futuro. Y sí, habrá momentos en los que el cierre se sentirá como una pérdida. Cuando te sientas expuesto, vulnerable e incierto. Pero recuerda, este no es el final; este es el comienzo de tu nueva investidura y libertad. Saliendo de las cobijas de una cama antigua en la que estabas acostado.
ES TIEMPO DE SALIR
Sí, Dios está despojándose de las viejas, tóxicas vestiduras que te han pesado y preparándote para vestirte con autoridad fresca, propósito e identidad. Pero quiero decir esto a quienes se sienten abatidos y aplastados en este proceso; Puedes sentir que aquellos que te lastimaron o traicionaron han ganado. Que aquellos que te manipularon se salieron con la suya. Pero Dios dice: “DEJAME VINDICARSE.” La injusticia que sientes no es para que tú la pelees. Suéltala. El Señor es tu defensor, y en Su tiempo, Él corregirá cada error. Este es un tiempo de simplemente alejarse y dejar que Él se encargue de esa parte del cierre, y sanará tu corazón a medida que lo hagas.
Es tiempo de cortar las ataduras porque no todos pueden venir contigo ni están dispuestos a pagar el precio. Es tiempo de desintoxicarte de la toxicidad y dejar que tu alma vuelva a respirar. Lo diré de nuevo: Es tiempo de cortar las ataduras. Has estado cargando el peso de los problemas, el dolor y las heridas de otras personas que Dios nunca te pidió que llevarás. Corta las ataduras. Honrarlos y seguir adelante.
Y este es un momento de liberación en el que Dios está diciendo: “Quiero que cierres esa puerta de golpe.” Y por un momento, o por una temporada, pensarán que has perdido la cabeza. Pensarán que algo anda mal contigo. Dirán, vaya, pensé que estaba a favor del avivamiento, pero no lo está. Pero tú sabes que debes ser obediente al Señor, cerrar la puerta y avanzar. Y lo que ocurre es que, por un tiempo, miras tus manos y parecen vacías. Miras al buey caído y piensas que has fallado.
Pero el Señor quiere decirte esto, Pionero. “Justo a la vuelta de la esquina hay un nuevo día. Justo a la vuelta de la esquina hay algo fresco y nuevo que tengo para ti, que ya no te agotará, sino que te traerá alegría. E incluso ahora mismo, estoy cambiando las mareas de amargura y la esperanza diferida que hay en tu alma y que no has estado abordando. Y las estoy cambiando a aguas de refresco y sanidad. Incluso ahora, estoy haciendo que las capas de dolor y tristeza que han estado bajo la superficie salgan para poder despejarlas y permitir que esos ríos dentro de ti fluyan nuevamente.”
Pionero, este es un momento en el que no necesitas pensar con tu mente, sino con tu espíritu. Este es un momento para postrarte y permitir que Dios llene ese tanque. Permítele matar lo que necesita ser matado. Y permite que Él te desintoxique y te lleve a una nueva hora y un nuevo día. Es más importante que el dónde y el cuándo. Es más importante que tu próxima asignación y mensaje. Es el tipo de cierre en el que mueres, pero también comienzas a vivir de nuevo. (Una palabra de Nate Johnston)
1 Reyes 19:21 Entonces Eliseo fue a su casa, tomó un par de bueyes y los mató. Con la leña del arado coció la carne, e invitó al pueblo al banquete. Después se levantó y se fue tras Elías, y se dedicó a servirle.
Con amor y oraciones,