Una pequeña fogata hace una gran diferencia en medio de una noche fría. Es impresionante cómo un lugar donde hay chimenea se vuelve el enfoque, el centro de reunión; todos se acercan aunque sea un instante a recibir un poco de calor. Ese fuego cambia la atmósfera, el ambiente completo, no tan solo del hogar como tal físicamente, sino también lo emocional; es un lugar de conexión.
En Puerto Rico, no tenemos esta experiencia muy rutinaria porque vivimos en una isla del Caribe, donde el clima es bastante estable durante todo el año. Pero dondequiera que haya una fogata, aquel se convierte en un lugar atrayente; el saber que hay un lugar, un espacio donde hay una llama encendida, donde todos podremos rodear y experimentar el calor de esa llama, y alrededor de ese lugar comenzar a cantar y alabar al Señor, es una experiencia maravillosa.
Queremos que seas parte de 60 días de poder, de avivamiento, donde vamos a creerle a Dios que el Espíritu Santo va a avivar tu casa, tu hogar; le vamos a creer a Dios por lo que hemos llamado: un avivamiento personal. Pedimos a Dios que esto que hemos comenzado a hacer en nuestra iglesia, se transfiera a tu vida y que puedas experimentar lo que estamos creyendo. Vamos a terminar este año llenos de fe, de expectativa.
Lamentablemente, hay mucho desgano, desánimo en muchos, especialmente ahora todavía en medio de la pandemia. Hay una carga emocional, espiritual en la mente de muchos, que ha causado que haya esa sensación. Vamos a dejar a un lado todo eso, y vamos a creer que terminamos este año llenos de victoria, de bendición, del poder de Dios, y que vamos a comenzar el próximo año con un avivamiento en nuestras vidas. Y tú puedes ser parte.
Queremos que seas parte de este proyecto. Llevamos tiempo orando, intercediendo, pidiéndole al Señor que terminemos el año en una temporada de poder, de victoria, de bendición sinigual, en una avanzada de bendición que hemos llamado: un avivamiento personal. Te invitamos a visitar otonielfont.com/enciende y registrarte ahora porque hoy comenzó esta jornada de 60 días. Tu registro es gratis y comenzarás a recibir toda la información. Por los próximos 60 días, estaremos en un tiempo de oración, de ayuno, de intercesión, creyéndole a Dios por un avivamiento en tu casa.
Hace unos meses, estaba en un tiempo de meditación, viendo lo que ocurre en nuestro país, viendo la desesperación, la ansiedad ante los conflictos, las dificultades que todos hemos estado experimentando, observando el ánimo de algunos miembros de nuestra iglesia, incluso. Entristece ver el desánimo, la depresión de algunos, aunque sea entendible. Entonces, recordé una palabra de hace unos años, cuando tocamos el tema del avivamiento personal.
“24 Y añadió: De cierto os digo, que ningún profeta es acepto en su propia tierra.” Lucas 4:24
Esto es luego que Jesús ya fue bautizado, fue a la sinagoga, predicó el maravilloso mensaje donde dice: el Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para predicar las Buenas Nuevas, y comienza a predicar delante de todos, que él era el cumplimiento de lo que el profeta había dicho y establecido a través de los tiempos, que él era el Mesías prometido. Por supuesto, esto causó una reacción interesante; la gente no creía, no entendía, se confundía, cuestionaban si era él o no. Y es entonces que Jesús dice estas palabras de Lucas 4:24, que no hay profeta acepto en su propia tierra. Por que lo conocían, no podían creer quien él era, tenían prejuicios en su mente. Y continúa diciendo estas palabras que son de donde sacaremos una serie de enseñanzas en los próximos días, en este tiempo de oración e intercesión, al cual queremos que te unas.
“25 Y en verdad os digo que muchas viudas había en Israel en los días de Elías, cuando el cielo fue cerrado por tres años y seis meses, y hubo una gran hambre en toda la tierra; 26 pero a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una mujer viuda en Sarepta de Sidón. 27 Y muchos leprosos había en Israel en tiempo del profeta Eliseo; pero ninguno de ellos fue limpiado, sino Naamán el sirio. 28 Al oír estas cosas, todos en la sinagoga se llenaron de ira; 29 y levantándose, le echaron fuera de la ciudad, y le llevaron hasta la cumbre del monte sobre el cual estaba edificada la ciudad de ellos, para despeñarle. 30 Mas él pasó por en medio de ellos, y se fue.” Lucas 4:25-30
Interesante lo que dice Jesús: ustedes no me aceptan porque me conocen; delante de ustedes se está cumpliendo la palabra. Ya había habido señales de que Jesús era el Mesías. Juan el bautista lo había predicado, lo había señalado, lo había bautizado; el Espíritu Santo lo había confirmado; ya Jesús viene con poder a demostrarles a todos que él era Aquel a quien habían estado esperando. Pero por supuesto, la gente comenzó a rechazarle, y él les recordó los eventos en tiempos de estos profetas, Elías y Eliseo. Les dijo: quiero que sepan que en el tiempo que esos profetas fueron enviados, había mucha gente con una condición difícil, pero solo uno recibió el milagro. En el tiempo de Elías, solo una recibió el milagro de la provisión financiera, del sustento necesario durante todo el tiempo de crisis. Aquella viuda recibió un avivamiento personal. En el tiempo de Eliseo, les está diciendo, que había muchos leprosos, pero uno fue sanado. Ellos entendieron claramente lo que él les estaba diciendo. Les decía: he sido enviado a muchos, muchos tienen la necesidad de lo que yo tengo que ofrecer, pero solo el que me recibe puede experimentar una transformación total en su vida. Solo una viuda de las muchas que había, solo un leproso de los muchos que había recibieron el milagro.
En los tiempos que hemos vivido los pasados años, hemos visto a la gente con el deseo de que el mundo y la sociedad cambien por completo. Hay un enfoque colectivo, donde queremos que haya paz mundial, que el gobierno cambie, que una nación por completo cambie. Y podemos pedirle a Dios y orar por que nuestras naciones cambien. Pero a veces, esperando el cambio de la nación, de la ciudad, del contexto en el que vives, te pierdes de que Dios puede hacer algo en tu vida de manera personal. Dios no quitó la sequía para que una viuda pudiera comer. Dios no cambió la sequía que estaba experimentando el pueblo para proveerle a una viuda. Lamentablemente, hubo otras viudas que pasaron dificultades en ese tiempo. Lamentablemente, otras sufrieron durante esa temporada, pero una recibió el milagro, recibió un avivamiento personal; en la casa de una había un fuego, algo diferente que provocó que en aquella casa hubiera provisión.
En el tiempo de Eliseo, había muchos leprosos. Naamán no podía ser el único con una condición como esta, pero uno recibió el milagro, la sanidad. Puede ser conflictivo, pero en los próximos 60 días queremos creerle a Dios contigo por un milagro en tu casa, en tu hogar. Seguro que podemos orar para que en tu ciudad haya un avivamiento donde miles de personas le entreguen su vida al Señor, donde haya un milagro y la economía de la ciudad cambie por completo. Pero por qué no creerle a Dios que, aunque todavía no haya una solución en el mundo natural para el problema, tú puedas recibir el milagro que tú necesitas. Qué maravilloso ha sido que en los tiempos que vivimos la lepra es algo que se puede tratar. Pero hace mucho tiempo atrás, no era así. Tomó mucho encontrar tratamiento para que esto no contaminara a miles de personas. En ese proceso, muchos murieron. Pero en el tiempo de Naamán, uno recibió el milagro, uno fue sanado.
Puede ser chocante, pero por un momento, en vez de creerle a Dios por la economía de tu ciudad, créele a Dios por tu economía. En vez de únicamente pensar que Dios pueda traer sanidad a todo el planeta, créele a Dios por tu sanidad. Es maravilloso que podamos creer que nuestras naciones completas se rendirán a los pies de Cristo y experimentarán el milagro de la salvación, pero ¿por qué no oramos por la salvación de tu familia? Que haya un avivamiento personal en tu casa.
Muchos están creyendo por un avivamiento, por que la ciudad completa llegue a los pies de Cristo, quieren ver miles de personas llegar, pero nosotros queremos por ti en particular. La economía del país no tiene que cambiar para que Dios te prospere a ti. En vez de únicamente esperar un avivamiento mundial, global, en la ciudad, vamos a orar que haya un avivamiento en tu casa, en tu hogar, en tu familia. Si otros no lo reciben, eso es problema de ellos. Tú vas a recibir hoy al profeta, a este pastor, esta palabra, y en tu casa vamos a ver un milagro.
Este tan solo es el comienzo de lo que iniciamos en nuestra iglesia, y queremos que seas parte. En nuestra iglesia, regalamos una cajita a cada persona que se dio cita; una cajita vacía. Entregamos esta cajita como un punto de contacto. Les pedimos que pongan en ella los nombres de sus familiares y seres queridos, quizás una foto de su familia, que pongan las peticiones de oración que tienen ante el Señor. Esa cajita va a ser nuestro punto de contacto, el recordatorio de que estamos en 60 días de oración, creyéndole a Dios que un milagro va a ocurrir en nuestra casa, en nuestro hogar.
Ve a otonielfont.com/enciende y te enviaremos a vuelta de correo electrónico el logo de esta campaña, Enciende. Imprímelo y crea o ponlo en una cajita. Lo que queremos es que por los próximos 60 días te conectes con nosotros y que esa cajita represente tus peticiones de oración. Tal vez lo pongas al lado de tu cama, y antes de acostarte, vas a orar y le vas a creer a Dios por que viene un avivamiento personal para tu casa. Recibe la palabra y recibe el avivamiento personal en tu casa.
A mediados de diciembre, culminaremos esta campaña en intercesión, creyéndole a Dios. regístrate ahora para recibir la información completa. Recibe, además, el logo para hacer tu cajita. Todos los días vamos a tener un devocional en nuestras redes sociales, por los próximos 60 días. Tendremos programación diaria a través de nuestros medios, creyéndole a Dios por un milagro sobre ti. Toda la información la vas a recibir si estás registrado en otonielfont.com/enciende. Es completamente gratis. Le vamos a creer a Dios que en tu casa se enciende la llama del Espíritu Santo, y que Dios va a hacer milagros sobrenaturales en múltiples áreas de tu vida, por causa de que le estamos creyendo a Dios por un avivamiento personal. Regístrate ahora. Quizás no cambie la economía de tu ciudad, pero en tu casa va a haber provisión. Tomará un tiempo para que haya una cura para el virus, para la pandemia; la vacuna es una alternativa para algunos; la realidad es que vamos a tener que convivir con este virus por el resto de nuestras vidas, y ya no será de la misma manera como estamos viviendo ahora; pero mientras eso ocurre, en tu casa puede haber sanidad, puede haber salud. Ojalá algún día se encuentre la cura al cáncer, pero mientras la encuentran, en tu hogar puede haber sanidad del cáncer. La pregunta es si tú recibes esta palabra. Si la recibes, recibes el milagro. Ve a las cuentas de Instagram y Facebook; allí están todos los detalles. Ve a otonielfont.com/enciende y allí te podrás registrar ahora. Hoy comenzamos estos 60 días de oración. Únete y creámosle a Dios por un avivamiento personal.