Este año 2015 a punto de terminar no ha sido fácil para el mundo y nuestro país no es una excepción y a medida que pasa el tiempo la situación será intolerable por el cambio climático, los terremotos, las crisis económicas, las guerras, la tensión en torno a desastre nuclear, el terrorismo, la crisis migratoria y otras tragedias que afectarán a nuestro planeta.
No hay dudas de que estas son señales que se vienen registrando como parte de los principios de dolores, antes del fin, pronosticado por nuestro Señor y Salvador Jesucristo, en momentos en que los cristianos esperan el arrebatamiento de la Iglesia. 1 Tesalonicenses 4:16-17.
He aquí algunas señales:
Los problemas locales. Los crecientes problemas que se registran en la República Dominicana son identificados por: Narcotráfico, corrupción, fraudes, control en los precios, tarifas eléctricas, violencia doméstica, alta criminalidad, inseguridad ciudadana, incumplimiento de la ley de hidrocarburos, problemas habitacionales, educación, entre otros problemas sociales.
Este país presenta una inercia producido por problemas anárquicos, traducido en la falta de credibilidad en todas las esferas, donde cada sector del Estado o Institución Pública funciona a conveniencia a un modelo a lo que ellos suponen que es lo correcto, muchas veces transgrediendo las leyes.
Los ataques de París. El terror vivido el 13 de noviembre en la capital francesa se convirtió en un campo de batalla. Decenas de muertos, cientos de heridos y las mismas consignas de respuesta del gobierno francés frente al ataque yihadista que ya se han escuchado en Estados Unidos y España cuando acciones similares generaron idénticas masacres. Frente al horror se quiere responder con más horror, se habla en los titulares de los principales medios con total ligereza, de que “ahora sí empezó la guerra”, o se alimenta la idea (en forma directa o solapada) de que el mundo árabe y musulmán atenta contra la sacrosanta democracia francesa. A sabiendas que la casi totalidad de esa colectividad repudia al ISIS y sus protectores.
Los ataques de San Bernardino, California. El miedo al terrorismo regresa a Estados Unidos. Los atentados en París y San Bernardino han disparado en la opinión pública la preocupación por el yihadismo como no había sucedido desde los ataques del 11-S en 2001. El temor colectivo altera el debate político y afecta la vida cotidiana. Los Ángeles cerraron el martes todas las escuelas de la ciudad tras recibir una amenaza de bomba. Y varios parques temáticos, como Disney y Universal Studios, han reforzado su seguridad.
El presidente estadounidense, Barack Obama, mandó este jueves un mensaje de calma. “No hay ninguna información específica ni creíble sobre un ataque”, dijo en una declaración, junto a su equipo de seguridad nacional, en el Centro Nacional de Contraterrorismo. Obama pidió permanecer “vigilantes” ante la dificultad de detectar a atacantes solitarios o pequeños grupos, como la pareja de simpatizantes yihadistas que mató a 14 personas en San Bernardino a principios de mes.
La crisis griega. La preocupación por impago de la deuda por parte de Grecia y el referéndum celebrado en julio generaron en 2015 más de 35 millones de consultas sobre la crisis. Entre ellas, cabe destacar la histórica búsqueda sobre la cotización euro / dólar, que alcanzó su propio récord durante la consulta popular que realizó el Gobierno de Tsipras.
En el mismo período en el que se hablaba del Grexit, o la posible salida de Grecia del euro, la economía china vivía uno de sus peores momentos. Las caídas de las bolsas generaron mucho interés, sobre todo en Estados Unidos. Con las economías revolucionadas, el mundo decantó su interés de forma estratégica.
El terremoto en Nepal. El 25 de abril de 2015 aproximadamente 9000 personas perdieron la vida tras registrarse un seísmo en Nepal con una magnitud de 8,1.
La crisis migratoria. Los refugiados han protagonizado uno de los grandes dramas del año. El conflicto sirio avivó esta huida masiva hacia Europa y marcó un antes y un después en el interés global por los refugiados.
Cambio climático. La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE UU (NOAA, por sus siglas en inglés) ha difundido este jueves su informe sobre los fenómenos climáticos extremos. En París la cumbre sobre cambio climático, donde se espera un gran acuerdo mundial para intentar atajar este problema. Y la principal consecuencia de este informe, donde se analizaron 28 fenómenos extremos de todo planeta, es que las emisiones de gases de efecto invernadero y el uso del suelo —es decir, las actividades humanas— han incrementado la intensidad de ciclones, lluvias torrenciales, sequías y olas de calor. «El cambio climático es real y está aquí», ha concluido Stephanie Herring, coordinadora del informe de la NOAA, en una conferencia de prensa telefónica.
Además del aumento medio de las temperaturas del planeta, un fenómeno del que lleva alertando mes a mes esta agencia, el cambio climático también está detrás de algunos eventos extremos. En el informe se identifican 14 casos en los que el cambio global ha hecho que sean más probables o más fuertes.
Amenaza nuclear. El anuncio de Corea del Norte de que reactivará instalaciones nucleares, incluido el reactor de Yongbyon que produce plutonio y las plantas de enriquecimiento de uranio, lleva a una sola pregunta: ¿qué credibilidad tiene su programa de armas atómicas?
Piongyang ha impulsado en los últimos años sus planes nucleares, pero aún parece lejos de poder cumplir sus recientes amenazas de golpear Estados Unidos porque, según los expertos, no cuenta con bombas lo suficientemente pequeñas para transportarlas en un misil balístico y tampoco cohetes capaces de alcanzar sus costas.
El peligro más inmediato lo representan los misiles de corto y medio alcance, o la proliferación de material y tecnología nucleares. Aun así, el Ejército norcoreano anunció en la semana que pasó que tiene luz verde para lanzar un ataque nuclear contra Estados Unidos.
No baja la guardia. Aunque Estados Unidos sigue dudando de que Corea del Norte tenga la capacidad tecnológica, incluso la voluntad real, de convertir sus estruendosas amenazas en hechos, la diplomacia y la fuerza militar estadounidenses están alertas y en plena disposición de demostrar que Washington actuará de forma contundente en el caso de una agresión. Bendiciones.!!!