De parte del Señor, hemos sentido la asignación de orar específicamente por tus hijos, creerle a Dios junto a ti, por que tus hijos puedan conocer la misma verdad que tú has conocido, la verdad de nuestro Señor Jesucristo.
Todos los años, en nuestra iglesia, al acercarse el tiempo de Semana Santa, por muchos años, hemos pedimos a todos que nos enviaran los nombres de sus familiares y seres queridos. Miles nos escribían, enviándonos los nombres de aquellos por los que ellos estaban creyendo. Este año, no pensábamos hacerlo, pero en los días pasados, algo ocurrió con el grupo de intercesores de nuestra iglesia, que demuestra la necesidad que hay, hoy, de tantos de creerle a Dios activamente por la salvación de sus hijos.
Orando de madrugada, como de costumbre, recibimos instrucción de parte de Dios de organizar el grupo de intercesión de nuestra iglesia. Todas las mañanas, el Señor nos da una dirección que compartimos con nuestro grupo de intercesión. En días recientes, durante este tiempo de oración, sentimos de parte de Dios el orar por los hijos de nuestros intercesores, hijos que estuvieran apartados, que no estuvieran sirviéndole al Señor. Sentimos también extender la invitación a unirse a esta oración a los líderes de nuestra iglesia. Y pudiéramos pensar que serían en todo caso unos pocos, pero fuimos sorprendidos al comenzar a recibir mensaje tras mensaje; Esa misma tarde, ya teníamos sobre doscientos nombres. Tenemos convicción de espíritu de que algo especial va a suceder, de que algo se va a romper en el mundo espiritual, de que es el momento preciso para esto.
Sabemos que ha sido el Señor quien nos ha dirigido a este tiempo de intercesión específicamente por nuestros hijos, y es por esto que extendemos este llamado a tu vida. Queremos orar por tus hijos. Oprime aquí y envíanos los nombres de tus hijos que no le sirven al Señor, llenando la forma. Recibirás respuesta en tu correo electrónico, y sabrás que estamos ya orando y creyendo contigo que recibiremos noticias de que tus hijos han entregado su vida al Señor. Estaremos intercediendo hasta el fin de Semana Santa.
Hay promesas para tus hijos. Sabemos que la batalla no es contra carne ni sangre, no es única y exclusivamente en el mundo natural. Seguramente, han estado pasando por problemas y dificultades naturales; Malas amistades, malas decisiones, enfermedad, problemas económicos; Pueden ser tantas cosas las que naturalmente estén atacando a tus hijos, y que hayan provocado algún disloque familiar o espiritual en ellos. Puede que tus hijos hayan nacido en la iglesia, y por algún problema en ella, hoy no le sirvan al Señor, que haya rebeldía en su corazón. Pero sabemos que hay un medio que nos lleva a la solución de todas estas cosas: La oración. No importa el problema que haya provocado ese disloque en el corazón de ellos, la oración tiene poder, y podemos orar para soluciones divinas, y creer que, en el nombre de Jesús, tu casa completa le va a servir al Señor.
En el pasado, hemos tomado este tiempo de oración, y han sido miles los que nos han escrito, y todavía más los nombres que hemos recibido; Y te aseguramos que alguien va a orar por tus hijos, pronunciando sus nombres y declarando así mismo bendición sobre sus vidas. Dios ha prometido derramar de su Espíritu sobre tus hijos:
“28 Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones.” Joel 2:28
Ese fin de Semana Santa, en nuestra iglesia, es poderoso. Para nosotros, es un ambiente fértil para recibir gente nueva que visita la casa del Señor; Miles de personas entregan su vida al Señor. Tenemos grandes reuniones ese fin de semana. Viernes Santo tendremos un servicio especial en el Centro de Convenciones de Puerto Rico; Estarán con nosotros Miel San Marcos y Aline Barros. Desde el Domingo de Resurrección, y en adelante todos los domingos, tendremos 3 servicios. Y vamos a estar tomando un tiempo, desde hoy hasta ese fin de Semana Santa para interceder por la salvación de tus hijos.
Hay algo más que hacemos en nuestra iglesia en ese fin de Semana Santa: Nos preparamos con lo que llamamos La Preciosa Semilla, presentando lo mejor de nosotros en una ofrenda de fe, creyendo por grandes cosas. Queremos también invitarte a ser parte de este acto de fe. Oprime aquí y siembra tu semilla.
Creemos contigo que tus hijos conocerán a Jesucristo como su Señor y Salvador. Confiamos que tú vas a ver la multiplicación de esta semilla que hoy siembras.
Oramos contigo: Padre, tu Palabra dice que tu Espíritu Santo es quien convence de pecado, de justicia y de juicio. En esta hora, enviamos tu Espíritu Santo sobre todos aquellos jóvenes, y sobre todos esos hombres y mujeres que nos han enviado los nombres de sus hijos. Cada hijo y cada hija es consagrado para el reino de los cielos. Declaramos que tu Evangelio, tu Palabra los alcanza dondequiera que estén; Que tu Espíritu Santo ministra a la vida de cada uno de ellos; Que la Palabra que ha sido sembrada, las lágrimas que han sido derramadas por tantas madres, por tantos padres que se conectan día tras día con nosotros, no serán en vano. Declaramos que cada padre y cada madre que nos han enviado los nombres de sus hijos apartados, verán tu gloria, verán el cumplimiento de esta palabra, y verán a sus hijos sirviéndote, en el nombre de Jesús.