Articulos

Tú traes las vasijas

La viuda que vemos en 2 Reyes 4, actuó inmediatamente.  Si tú recibes esta palabra, actúas hoy y no esperas a mañana.  Eso que has estado posponiendo, hazlo hoy.  Haz una cita, una llamada, escríbele a alguien, haz un plan, escribe algo, comienza inmediatamente.  Si tú no te mueves, el aceite no fluye.  Haz algo; Una llamada, busca información.  Lo que puedas hacer hoy, hazlo.  Haz lo que tienes que hacer, y Dios se encargará de multiplicar el aceite.

Esta mujer recibió el milagro.  Dice la Biblia que las vasijas se llenaron, y ella hizo algo poderoso.  Cuando vino con las vasijas llenas, fue donde el profeta, y él le dijo: Vende, paga a los acreedores, y vive de lo que te sobra.  Aquella mujer comenzó a vender las vasijas que antes estaban vacías, pero ahora estaban llenas; Comenzó a pagar, hubo restitución en su casa, y le quedó para vivir.

Créele a Dios que hoy llega un tiempo en tu vida donde la pérdida se termina y tú vas a comenzar a ver a Dios traer y restuarar todo aquello que has perdido.  Cuando llegues al final, te darás cuenta de que Dios ha estado contigo todo el camino.

Esta mujer fue inteligente, fue donde el profeta cuando tenía un problema, pero volvió donde el profeta cuando tenía aceite.  El problema de muchos es que van a Dios solo cuando tienen problemas, pero cuando tienen la casa llena de aceite, no van a la casa de Dios.  El problema es que, si no vas al lugar de donde salió la palabra para que el aceite se multiplicara, no sabes qué hacer con el aceite.  Esta mujer volvió donde el profeta.

Si hoy tus vasijas están vacías, toma acción, deja que Dios multiplique, y vuelve para que Dios te diga qué vas a hacer con la multiplicación que Él te ha dado.  El poco de aceite se va a multiplicar, esa acción que tomes hoy se va a multiplicar.  No menosprecies nada de lo que haces.  Dios multiplica, de acuerdo al esfuerzo que tú pones.  Una cosa es salir a vender, otra, salir a vender con una palabra de Dios, porque Dios te dijo que vayas y vendas, haber oído una palabra que te dé la fuerza para seguir hacia adelante.

Dios es el que multiplica, pero depende de tu esfuerzo; Tú traes las vasijas.  Y de acuerdo a las vasijas que tú traigas, Dios multiplica.  No le pidas a Dios que haga más allá de tu esfuerzo, no le pidas que traiga aceite más allá de las vasijas que tú estés dispuesto a buscar.  Y, cuando comiences a ver la multiplicación, vuelve ante Dios para que Él te dé la próxima instrucción.  De la misma manera que has visto pérdidas, tú vas a ver cómo Dios trae todo a tu vida.  Muévete, toma acción inmediata, y te vas a dar cuenta que Él es el Dios que, de poco, hace mucho.

Fuente:
Pastor Otoniel Font

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Botón volver arriba