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Tu Salvación es la Prioridad

Tu mente, tu cerebro, es una máquina creada por Dios, sumamente poderosa; máquina, en el sentido de lo que puede lograr hacer; es un órgano, pero a través de tu mente, se pueden provocar grandes sueños, visiones, ideas.  Es maravilloso.  Cuando utilizas tu capacidad para soñar, es algo que puede provocar grandes cambios y traer transformación en nuestra sociedad.  Pero cuando ese aparato que llamamos mente se combina con el espíritu, y permitimos que, a través de esa conexión, Dios sueñe a través de nosotros, lo que ocurre es que levantan sueños fuera de lo común, sueños que a veces ni entendemos, que no sabemos cuál será su impacto, que al compartirlos con otros, pueden incluso llegar a pensar que estamos locos.  Pero Dios quiere despertar en ti hoy sueños fuera de lo común, quiere provocar que tú puedas mirar más allá de tu entorno, de tus circunstancias actuales, y que puedas creerle a Él por todo lo poderoso, por todo lo imposible, por todo lo que Él quiere hacer a través de ti.

La siguiente historia nos muestra lo que es tener un sueño fuera de lo común; nos muestra el poder, las consecuencias, las dificultades que trae, pero al mismo tiempo nos muestra el plan de Dios a través de una persona.  Génesis 37 nos habla de la vida de José.

Habitó Jacob en la tierra donde había morado su padre, en la tierra de Canaán. 2 Esta es la historia de la familia de Jacob: José, siendo de edad de diecisiete años, apacentaba las ovejas con sus hermanos; y el joven estaba con los hijos de Bilha y con los hijos de Zilpa, mujeres de su padre; e informaba José a su padre la mala fama de ellos. 3 Y amaba Israel a José más que a todos sus hijos, porque lo había tenido en su vejez; y le hizo una túnica de diversos colores. 4 Y viendo sus hermanos que su padre lo amaba más que a todos sus hermanos, le aborrecían, y no podían hablarle pacíficamente. 5 Y soñó José un sueño, y lo contó a sus hermanos; y ellos llegaron a aborrecerle más todavía. 6 Y él les dijo: Oíd ahora este sueño que he soñado: 7 He aquí que atábamos manojos en medio del campo, y he aquí que mi manojo se levantaba y estaba derecho, y que vuestros manojos estaban alrededor y se inclinaban al mío. 8 Le respondieron sus hermanos: ¿Reinarás tú sobre nosotros, o señorearás sobre nosotros? Y le aborrecieron aun más a causa de sus sueños y sus palabras. 9 Soñó aun otro sueño, y lo contó a sus hermanos, diciendo: He aquí que he soñado otro sueño, y he aquí que el sol y la luna y once estrellas se inclinaban a mí. 10 Y lo contó a su padre y a sus hermanos; y su padre le reprendió, y le dijo: ¿Qué sueño es este que soñaste? ¿Acaso vendremos yo y tu madre y tus hermanos a postrarnos en tierra ante ti?”  Génesis 37:1-10

José tuvo un sueño y lo contó a sus hermanos, y estos cuestionaron si José se enseñorearía de ellos.  Pero José soñó otro sueño, y lo contó a sus hermanos y a su padre.  José estaba soñando, visualizando; Dios estaba utilizando la mente de José para mostrarle lo que haría a través de él.  Estos son sueños fuera de lo común.

Un sueño fuera de lo común es cuando eres capaz de creer que puedes llegar a ser lo que sea en tu tiempo aquí en la tierra.  Es cuando en tu interior no tienes límites; no vives esperando el cumplimiento en el más allá, sino en el más acá.  Eso es lo que hace que una persona con sueños fuera de lo común les cause a algunos presión, envidia, celos; porque esa persona tiene una confianza, una seguridad, una certeza en su interior va a cumplir todo lo que se proponga.  José tenía tan solo diecisiete años; la manifestación de aquel sueño se dio a sus treinta años.  La grandeza de aquellos que le creemos a Dios y que permitimos que Dios sueñe a través de nosotros, está en que no ponemos nuestra expectativa en ese futuro lejano del más allá y de la eternidad, sino que cuando Dios habla a nuestros corazones, creemos que se van a cumplir aquí y ahora, en este momento presente en nuestras vidas.

Este mundo no puede perderse de que tú llegues a ser todo lo que Dios quiere que tú seas.  Es el momento de decidir que tú vas a soñar fuera de lo común y creer que vas a cumplir ese sueño a cabalidad.

Tu sueño fuera de lo común, lo que Dios quiere hacer contigo es una muestra de tu futuro, una muestra de ti en tu futuro, en vez de tu presente.  Eres tú en el futuro de Dios para tu vida, en vez de tu persona en tu presente, en tu actualidad.  Esto parece obvio, pero lo clave es que es una proyección, una visualización de quien tú eres.  Cuando tienes un sueño fuera de lo común, te estás saliendo de la presente situación en la que vives, te estás saliendo de tus circunstancias; por lo tanto, ya eso que estás viviendo no te define, no te determina, no marca quien tú eres, no marca para dónde vas, no determina tus emociones, tu estado de ánimo, sino que tus circunstancias naturales se vuelven irrelevantes, no te identificas con lo que estás viviendo porque ya tú te has visto donde Dios te va a poner en el futuro.  Por supuesto, ese futuro no es un futuro de la eternidad, sino aquí en la tierra.  Una persona que tiene un sueño fuera de lo común se está proyectando en el futuro, no en el presente; por eso es que tienes que comenzar a mirar más allá.

Tus sueños no pueden depender de las circunstancias que estás viviendo.  Por eso es que estos sueños no son producto de una meta, de un buen deseo, sino de una comunión con Dios, donde Él comienza a mostrarte por adelantado hacia dónde Él te va a llevar.

Un sueño fuera de lo común tiene y debe ser perseguido.  Cuando Dios le da un sueño a una persona, como se los dio a José, a Jacob, a Abraham y a tantos en la Biblia, eso es algo que debe ser digno de ser perseguido.

Tu tiempo aquí en esta tierra debe ser invertido en perseguir el sueño de Dios para tu vida.

Cuando Dios sueña a través de ti, de tu vida, eso debe inspirarte a trabajar, a luchar.  Pero cuando una persona piensa que lo que Dios va a hacer en su vida, lo va a hacer en el más allá, en la eternidad, entonces, no hay razón para luchar aquí en la tierra.  Por pensar de esta manera, la gente se desanima, ven su futuro basado en el presente y por eso dejan de perseguir el sueño que Dios ha puesto en ellos.

Sueña en grande, que Dios sueñe a través de ti; y persigue ese sueño.  Persíguelo, búscalo, trata de alcanzarlo.  Persigue el sueño de Dios para tu vida para que alcances todo lo que Dios te ha prometido.

Tu sueño fuera de lo común te toca a ti alimentarlo.  Tú eres el responsable de que tu sueño crezca, que se maximice dentro de ti.  Nadie tiene que venir a poner inspiración, motivación; nadie tiene que venir a animarte para que tú completes tu sueño.  Te toca a ti alimentar el sueño que Dios ha puesto en tu vida, y lo haces a través del estudio de la palabra, a través de la comunión con Dios, rodeándote de la gente correcta.  Hay gente a tu alrededor que va a querer desanimarte, gente que va a decirte que no sueñes con esas cosas y van a tratar de provocar que tú dejes de tratar de lograr eso que te has propuesto lograr y alcanzar.

Alimenta tu sueño.  Como dice Habacuc 2, escribe la visión para que se ponga dentro de ti, para que se meta en tu interior.  Alimenta esa visión, ese sueño, oye palabra de fe, busca gente que te inspire.  José tuvo que él mismo alimentar su propio sueño, tuvo que ser su propia motivación, tuvo que cuidarse y guardarse del odio, del coraje, del rencor; él tuvo que cuidarse a sí mismo para poder llegar a lo que Dios le había prometido.

Procura ser tú quien alimente tu propio sueño.  No dependas de nadie.  No dependas de que alguien te inspire y te motive.

El enemigo siempre va a usar imágenes de tu pasado para distorsionar el futuro que Dios tiene para ti.  Va a haber una batalla en tu mente por las imágenes que el mundo te va a traer de lo que fuiste o quien eres hoy; el mundo va a poner esas imágenes en tu mente, en tus pensamientos, en tus ideas; y todo lo que va a querer es distorsionar la imagen que Dios quiere presentar en tu vida, del futuro que Él te quiere dar.  Por eso es que tienes que mantener tu mente consciente y clara del plan de Dios para ti.  No permitas que se distorsione la imagen.  Visualízate de la manera correcta.

Creemos contigo que la obra de Dios se va a cumplir, y el milagro económico va a suceder en tu vida.

Fuente:
Pastor Otoniel Font | PR

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