En Jueces 6, se nos habla acerca de un momento muy crucial del pueblo de Israel, donde Dios tiene que levantar a este joven llamado Gedeón. Aquel era un momento muy complicado; el pueblo clamaba a Dios para que les librara de los amalecitas y madianitas.
“7 Y cuando los hijos de Israel clamaron a Jehová, a causa de los madianitas, 8 Jehová envió a los hijos de Israel un varón profeta, el cual les dijo: Así ha dicho Jehová Dios de Israel: Yo os hice salir de Egipto, y os saqué de la casa de servidumbre. 9 Os libré de mano de los egipcios, y de mano de todos los que os afligieron, a los cuales eché de delante de vosotros, y os di su tierra;” Jueces 6:7-9
Es interesante que la respuesta de Dios ante el clamor del pueblo tras estar en ese tiempo de maldición, de pobreza, de grandes complicaciones, fue enviar un profeta, un hombre que hablara, que declarara una palabra; que declarara que llegó el momento de un cambio en la vida del pueblo de Israel. El profeta recuerda el pasado del pueblo para que recuerden algo en particular: El Dios que lo hizo en el pasado, lo volverá a hacer en este momento, si te alineas con la voz de Dios. Y, muchas veces, cuando nosotros clamamos a Dios, esa no es la respuesta que nosotros queremos; queremos la solución inmediata, pero esta no llega sino hasta que, en tu interior, tú estás convencido que el Dios que lo hizo en el pasado, en el ayer, hace unos días atrás, 5 años atrás, lo hará otra vez en tu vida.
Dios puede darte la seguridad y la certeza que, si Él hizo en el pasado contigo grandes cosas, las hará otra vez.
Dios le dice al pueblo, a través del profeta: ¿No recuerdan lo que yo hice? Hoy, tú estás desesperado, ¿no recuerdas que en el pasado Dios te sacó de Egipto? No es la primera vez que estás viviendo una experiencia como esta, y tampoco es la primera vez que Dios hace algo por ti. Si Dios lo hizo hace años atrás, lo puede hacer hoy otra vez. Eso fue lo que dijo David: El Dios que me libró del león y del oso, me va a librar de este gigante.
Cuando tú tienes en perspectiva en tu vida las grandes cosas que Dios ha hecho por ti en el pasado, cómo te ha libertado, puedes tener la esperanza de que este problema será absolutamente como nada.
El problema que tú estás viviendo hoy, será como nada. Si Dios lo hizo en el pasado, en el ayer, lo va a volver a hacer en tu vida hoy. En medio de problemas, lo que queremos es una solución y no una palabra; pero en tu mente, en tu interior se tiene que crear la atmósfera necesaria para que el milagro ocurra; y esa atmósfera es recordar que el Dios que lo hizo en el pasado, lo va a hacer otra vez.
Dios es fiel. Él te va a levantar.
