
Así que mi Dios suplirá todo lo que les falte, conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. Filipenses 4:19
Amado hijo de Dios, escucha esta palabra hoy: El Señor es tu Pastor, nada te faltará. El que es dueño del ganado sobre mil colinas, el que creó los cielos y la tierra, ha declarado que la escasez ya no gobernará sobre ti. Oigo al Espíritu del Señor decir: “Mi provisión ya está en movimiento. Antes que pidas, yo he respondido. Antes que llames, yo he abierto. Antes que llores, yo te he consolado.”
Has caminado por temporadas donde la necesidad parecía mayor que el suministro, donde la presión se sentía más fuerte que la promesa. Pero el Señor dice: “Estoy entrando en tu desierto con ríos de provisión. Yo soy tu pan de cada día, tu copa rebosante, tu fuente inagotable. Todo lugar seco en tu vida está a punto de ser regado. Toda mano vacía está a punto de ser llenada. Toda vasija rota está a punto de rebosar con aceite. Así como proveí maná a mis hijos en el desierto, así como hice brotar agua de la roca, así haré que corrientes de abundancia fluyan en tu vida. No serás desamparado. No serás abandonado. No estarás avergonzado.»
Salmos 78:24-25 NTV Pero él ordenó que se abrieran los cielos; abrió las puertas del cielo. Hizo que lloviera maná para que comieran; les dio pan del cielo. ¡Se alimentaron con comida de ángeles! Dios les dio todo lo que podían consumir.
Oigo al Señor decir: “No midas mi provisión por lo que ves en tu cuenta bancaria o por lo que tienes en tus manos. Mi provisión fluye desde el cielo, y el suministro del cielo jamás se agota. Yo no estoy limitado por los sistemas terrenales, no estoy sujeto a economías, no soy movido por inflación ni recesión. Yo soy el Dios de la multiplicación, y haré que lo poco en tus manos se convierta en mucho.”
Amado, estás entrando en una temporada de provisión sobrenatural. Mirarás atrás y dirás: “Ciertamente el Señor me ha sostenido. Ciertamente Su mano me ha sustentado.” Verás puertas abrirse que ningún hombre podrá cerrar. Verás favor dándote acceso a oportunidades que ni siquiera pediste. Verás deudas canceladas, necesidades suplidas y bendiciones inesperadas llegando a tu puerta.
Salmos 34:10 Los leoncillos necesitan, y tienen hambre; Pero los que buscan a Jehová no tendrán falta de ningún bien.
El Señor dice: “La provisión no se trata solo de dinero. Es paz para tu mente, fuerza para tu cuerpo, sanidad para tu alma y gozo para tu espíritu. Estoy proveyendo descanso donde había cansancio. Estoy dando claridad donde había confusión. Estoy trayendo relaciones que edifican y no que te drenen. Estoy entregando oportunidades que se alinean con tu destino.”
El Espíritu de Dios declara: “Deja de preocuparte. Deja de dudar. Deja de permitir que el temor dicte tu futuro. Pon tus ojos en Mí, porque Yo soy Jehová Jireh, el Dios que provee. Aun cuando Abraham levantó el cuchillo, ya había provisto el carnero enredado en el zarzal. Aun antes que Elías se sentará bajo el árbol en desesperación, ya había enviado a los cuervos para alimentarlo. Aun antes que la viuda derramara su última gota de aceite, ya había soltado el milagro de la multiplicación. Así será en tu vida.”
Filipenses 4:6-7 NTV No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho. Así experimentará la paz de Dios, que supera todo lo que podemos entender. La paz de Dios cuidará su corazón y su mente mientras vivan en Cristo Jesús.
Dios está diciendo: “Estoy posicionando personas para bendecirte. Estoy alineando recursos para alcanzarte. Estoy enviando ayuda desde lugares que menos imaginas. Puede que aún no lo veas, pero mi mano ya está moviéndose. La provisión está en camino. El rompimiento ya está en proceso. La respuesta está más cerca de lo que piensas.” Por lo tanto, levanta tu cabeza y regocíjate. Adora en lugar de preocuparte. Alaba en lugar de entrar en pánico. Porque el Dios de toda provisión está obrando a tu favor. Muy pronto testificar: “Nada me faltó, porque el Señor proveyó.” Proféticamente declaro sobre ti hoy:
- Tu casa no se quedará vacía.
- Tu mesa siempre tendrá pan.
- Tus manos llevarán más que suficiente.
- Tus hijos no mendigan pan.
El Señor dice: “Mi provisión no es temporal, es generacional. Te bendeciré, y tu bendición fluirá a tus hijos y a los hijos de tus hijos. Haré de tu nombre un testimonio de Mi fidelidad. Las naciones verán y sabrán que Yo soy el Dios que provee a los Suyos.” Así que levántate en fe, amado. Declaró con confianza: “El Señor es mi Proveedor. Nada me faltará.” Mira cómo el cielo libera lo que la tierra había retenido. Mira cómo cada puerta cerrada se abre. Mira cómo cada necesidad es suplida de maneras que te dejarán sin palabras. Esta es tu palabra profética hoy: La provisión de Dios está rebosando sobre tu vida. Sí y Amén—¡Así será! (Faith Fusión)
Salmos 37:25-26 Una vez fui joven, ahora soy anciano, sin embargo, nunca he visto abandonado al justo ni a sus hijos mendigando pan. Los justos siempre prestan con generosidad y sus hijos son una bendición.
Con amor y oraciones,