Cubrieron las aguas mi cabeza, dije: ¡Estoy perdido! Invoqué tu nombre, oh Señor, desde la fosa más profunda. Tú oíste mi voz: No escondas tu oído a mi clamor, a mi grito de auxilio. Te acercaste el día que te invoqué, dijiste: No temas. Tú has defendido, oh Señor, la causa de mi alma, tú has redimido mi vida. Lamentaciones 3:54-58
Hoy deseo que cobres ánimo porque una cosa es segura, puedes volver a creer que aunque has sido probado y pasado por fuego, y a veces sientes como si quisieras dejarlo todo, ¡Dios dice que un cambio viene para ti! Hagas lo que hagas, no te rindas, avanza y persevera con todas tus fuerzas.
“La otra noche me desperté y oí las palabras: «TU ERES EL SIGUIENTE» y le pregunté al Señor, ¿qué significa exactamente? Él dijo “REDENCIÓN”. ¿Qué significa la palabra redención? Es la redención del tiempo, es la recuperación de lo que fue tomado, la redención de las cosas perdidas y robadas. Es recuperación y reembolso en tu vida. Es una compensación y retribución. Cuando llega a ti, es mejor que antes. Es más que lo que habías perdido. No recuperas algo viejo, recibes algo NUEVO, ¡Aleluya! Redención es vindicación. Es un tiempo de gran cumplimiento”.
“Este es el tiempo, la temporada, el AÑO de «TU ERES EL SIGUIENTE». Es un tiempo de redención, restitución y recuperación de lo que fue perdido y tomado de ti en temporadas y años pasados. Sigo escuchando las palabras de una canción llamada “Ver la victoria” (Elevation Worship) que dice “Lo que el enemigo quiso para mal Dios lo está convirtiendo para bien. ¡Voy a ver victoria, porque la batalla es tuya Señor!»
Permanece expectante y preparado
“Yo profetizo que “TU ERES EL SIGUIENTE”. Has estado esperando y se ha demorado, pero la espera está llegando a su fin. Yo decreto que los vientos de cambio y favor están soplando en tu dirección. Cada obstáculo que ha tratado de bloquearte está cayendo de tu vida. Profetizo que los milagros llegarán a tu hogar. Yo decreto: «TU ERES EL SIGUIENTE” Hay una promesa de restauración”. (Rachel Emerson)
Isaías 43:1-2 Mas ahora, así dice el Señor tu Creador, oh Jacob, y el que te formó, oh Israel: No temas, porque yo te he redimido, te he llamado por tu nombre; mío eres tú. Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo, y si por los ríos, no te anegarán; cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama te abrasará.
Con amor y oraciones,
