JOB 40:7 Cíñete ahora como varón tus lomos; Yo te preguntaré, y tú me responderás.
Estas palabras fueron dichas por nuestro Dios a Job cuando estaba pasando por la tribulación en su vida, Job llegó a cuestionar al Señor sobre su justicia, sobre su bondad, como muchas veces nosotros hacemos cuando estamos pasando por momentos de dificultad en nuestra vida.
El Señor le dijo a Job, yo te voy a preguntar y me vas a responder, pero ¿Acaso Dios no lo sabe todo? ¿Tendrá Dios la necesidad de preguntarnos para comprender algo? la respuesta es NO, nuestro Dios lo sabe todo, pero las preguntas que el Señor hace son importantes para nosotros, para que al responderlas podamos tener un cambio de enfoque en nuestra vida, podamos comprender cuales son los propósitos de Dios en la situaciones que estamos enfrentando.
Es exactamente como el maestro que le hace una pregunta a un estudiante, no le hace la pregunta porque el maestro no sepa la respuesta, sino porque quiere que el estudiante reflexione, analice, y pueda tener él mismo la respuesta correcta.
El Señor con sus preguntas quiere hacernos reflexionar en nuestra propia vida, en nuestras acciones, para que nosotros mismos comprendamos porque el milagro que estamos esperando no llega a nuestra vida.
VEAMOS ALGUNAS PREGUNTAS QUE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO HIZO A LAS PERSONAS QUE NECESITABAN RECIBIR UN MILAGRO EN SUS VIDAS Y REFLEXIONEMOS SOBRE LO QUE NOS ENSEÑAN A NOSOTROS ESAS PREGUNTAS:
I) PRIMERA PREGUNTA: ¿CREES QUE PUEDO HACER ESTO? (MATEO 9:27-30) Pasando Jesús de allí, le siguieron dos ciegos, dando voces y diciendo: ¡Ten misericordia de nosotros, Hijo de David! 28 Y llegado a la casa, vinieron a él los ciegos; y Jesús les dijo: ¿Creéis que puedo hacer esto? Ellos dijeron: Sí, Señor. 29 Entonces les tocó los ojos, diciendo: Conforme a vuestra fe os sea hecho. 30 Y los ojos de ellos fueron abiertos. Y Jesús les encargó rigurosamente, diciendo: Mirad que nadie lo sepa.
Esta pregunta del Señor es muy importante, pues solamente por medio de la fe podemos experimentar las maravillas del poder de Dios en nuestra vida.
Esta pregunta nos debe hacer reflexionar sobre NUESTRA FE, es decir la fe de NUESTRO CORAZÓN, no sobre la fe de nuestra familia o de nuestro cónyuge, ¿YO TENGO FE? ¿CREO YO VERDADERAMENTE EN LO QUE DIOS HARÁ?
Tenemos que comprender que la fe es algo personal, NUESTRO DIOS NO OBRA MILAGROS POR UNA MULTITUD QUE LE TOCA, O POR UNA MULTITUD QUE LE CANTA, SINO POR UNO QUE LE TOCA CON FE como lo vemos en la historia de la mujer que tenía doce años de padecer de flujo de sangre.
(Lucas 8:43-46) Pero una mujer que padecía de flujo de sangre desde hacía doce años, y que había gastado en médicos todo cuanto tenía, y por ninguno había podido ser curada, 44 se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto; y al instante se detuvo el flujo de su sangre. 45 Entonces Jesús dijo: ¿Quién es el que me ha tocado? Y negando todos, dijo Pedro y los que con él estaban: Maestro, la multitud te aprieta y oprime, y dices: ¿Quién es el que me ha tocado? 46 Pero Jesús dijo: Alguien me ha tocado; porque yo he conocido que ha salido poder de mí.
II) SEGUNDA PREGUNTA: ¿QUÉ QUIERES QUE TE HAGA? (MATEO 20:29-32) Al salir ellos de Jericó, le seguía una gran multitud. 30 Y dos ciegos que estaban sentados junto al camino, cuando oyeron que Jesús pasaba, clamaron, diciendo: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros! 31 Y la gente les reprendió para que callasen; pero ellos clamaban más, diciendo: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros! 32 Y deteniéndose Jesús, los llamó, y les dijo: ¿Qué queréis que os haga? 33 Ellos le dijeron: Señor, que sean abiertos nuestros ojos.
Esta pregunta aparentemente podría ser innecesaria, dos ciegos venían dando voces para pedir la ayuda del Señor, ¿qué más le podían pedir si eran ciegos? solamente que sus ojos fueran abiertos, que pudieran recobrar la vista.
Pero aunque nos parezca obvia la respuesta lastimosamente muchas personas NO SABEN VERDADERAMENTE LO QUE NECESITAN, y están clamando por la ayuda de Dios en algo que no es prioritario, no están clamando un milagro para su verdadero problema o para su verdadera necesidad.
Son personas que están enfocadas en clamar por un mejor empleo o ganar un mejor salario, pero tienen un hijo enredado en vicios y adicciones, o su matrimonio está a punto de romperse por causa del mal carácter, por causa de la amargura y la falta de perdón, es por eso que la palabra de Dios nos declara que NO RECIBIMOS PORQUE PEDIMOS MAL (Santiago 4:3) Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.
Hoy tenemos que preguntarnos: ¿VERDADERAMENTE ESTOY PIDIENDO LO QUE NECESITO? ¿LO QUE QUIERO ES VERDADERAMENTE LO QUE MI VIDA NECESITA? Pues una cosa es lo que QUEREMOS y otra cosa es lo que NECESITAMOS.
III) TERCERA PREGUNTA: ¿QUIERES SER SANO? (JUAN 5:2-7) Y hay en Jerusalén, cerca de la puerta de las ovejas, un estanque, llamado en hebreo Betesda, el cual tiene cinco pórticos. 3 En estos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos, que esperaban el movimiento del agua. 4 Porque un ángel descendía de tiempo en tiempo al estanque, y agitaba el agua; y el que primero descendía al estanque después del movimiento del agua, quedaba sano de cualquier enfermedad que tuviese. 5 Y había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo. 6 Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano? 7 Señor, le respondió el enfermo, no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo.
Pero ¿Como un hombre que tenía 38 años de estar enfermo no querría ser sano? ¿Por qué le hizo esta pregunta el Señor?
Porque muchas personas dicen querer un milagro PERO SUS ACCIONES NO LO DEMUESTRAN.
Este hombre tenía 38 años postrado paralítico y en lugar de clamar directamente a Dios con fe, estaba esperando que alguien le ayudara para entrar al agua cuando el ángel agitaba el estanque.
Si este hombre no tenía nadie quien le ayudara, ¿POR QUE NO CLAMABA DIRECTAMENTE A DIOS?
Lastimosamente muchos cristianos somos como ese hombre, decimos que necesitamos un milagro de Dios en nuestra vida, en nuestro matrimonio, en nuestra familia, PERO NO BUSCAMOS LAS COSAS DE DIOS, no queremos congregarnos, no queremos orar, no queremos ayunar, no queremos adorar al Señor.
Para todos aquellos que verdaderamente necesitamos un milagro de Dios, que necesitamos una intervención del poder de Dios en nuestra vida la palabra del Señor nos dice lo siguiente:
(Salmos 34:10) Los leoncillos necesitan, y tienen hambre; Pero los que buscan a Jehová no tendrán falta de ningún bien.
(Salmo 111:2) Grandes son las obras de Jehová, Buscadas de todos los que las quieren.
(Mateo 6:33) Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
(Hebreos 11:6) Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.
Tenemos que buscar al Señor, su poder y su misericordia para nuestra vida, pues lastimosamente muchos decimos que necesitamos la ayuda de Dios pero en realidad siempre estamos buscando ayuda en los hombres y dejamos de lado el poder de Dios.
EL SEÑOR HOY NOS PREGUNTA: ¿DE VERDAD QUIERES UN MILAGRO EN TU VIDA?