Noé resalta en su generación por su vida justa y de acuerdo a Dios. Tres cualidades espirituales y morales de Noé hacen contraste a la corrupción y violencia que predominan en su civilización: Justo, perfecto y caminaba con Dios. Esto significa que Noé se adecuaba a una vida modelada por los mandamientos de Dios. Sin la vida santa de Noé, Dios no hubiera tenido una referencia y ejemplo convincentes para juzgar al mundo.
Si no perdonó al mundo antiguo sino que guardó a Noé, un predicador de justicia, con otros siete, cuando trajo el diluvio sobre el mundo de los impíos. II de Pedro 2:5
Por la corrupción total de los hombres Dios trajo el diluvio como castigo. Noé, por su relación justa y perfecta con Dios, fue preservado y usado como medio para ofrecer una nueva posibilidad a la humanidad. Noé ofreció una nueva posibilidad. Esto lo podemos comprender, a través de estudiar lo que la escritura nos dice acerca de este personaje. Podemos darnos cuenta que desde su nacimiento, ya traía una misión divina a cumplir.
Y le puso por nombre Noé, diciendo: Este nos dará descanso de nuestra labor y del trabajo de nuestras manos, por causa de la tierra que el Señor ha maldecido. Génesis 5:29
La tierra estaba corrompida cuando nació Noé. Lamec, su padre, le llama “Noé” (Alivio) en esperanza de un alivio del pecado. Noé reconoció que la mala relación con Dios era la causa de la corrupción y dolor de la humanidad. Todo esto lo vemos reflejado cada día en nuestro entorno; la deshumanización se refleja claramente en las acciones de las personas. El rechazo a Dios es total. Noé decidió tener una buena relación con Dios, le obedecía en todos los detalles, se preservó él y su familia de la corrupción.
Y Noé hizo conforme a todo lo que el Señor le había mandado. Génesis 7:5).
Su obediencia le proporcionó gracia para con Dios:
Mas Noé halló gracia ante los ojos del Señor. Génesis 6:8
Dios le concedió su gracia, le reconoció como justo y le protegió la vida a él y a su familia. Con Noé se inició una nueva humanidad. Todo esto nos hace pensar que todos los hombres necesitan conocer una nueva posibilidad para sus vidas. No hemos venido al mundo por pura casualidad o por un accidente de la naturaleza. Todo tiene un propósito y un tiempo definido. Nuestras vidas no difieren mucho con respecto a la de Noé, hemos nacido en un mundo igual de corrompido, llenó de maldad y desobediencia. Noé obedeció, su vida fue íntegra. Nosotros al igual que Él, somos una nueva posibilidad de cambio para la humanidad.
Nuestras vidas están diseñadas para glorificar a Dios, pero debemos encontrar ese camino hacia Él. La Biblia nos enseña que el único camino para llegar a Dios, es a través de creer en Cristo Jesús. Es el “arca” que nos trae salvación:
Y en ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres, en el cual podamos ser salvos. Hechos 4:12
Dios hizo un pacto con la humanidad de no volver a destruirla, el problema es que la humanidad está auto destruyéndose, dejando a lado a Dios. El plan redentor de Dios sigue vigente, desde la caída del hombre, está en nosotros el volvernos a Él, con un corazón contrito y humillado. Esto nos motivará a vivir en justicia, obedeciéndola, en perfección y caminando con Él.