GÉNESIS 2:24-25 Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne. 25 Y estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se avergonzaban.
Es duro de reconocer pero la realidad es que MUCHOS MATRIMONIOS CRISTIANOS VIVEN DETRÁS DE FILTROS, es decir, aparentando, mostrando hacia afuera una imagen de éxito, pero por dentro están cargados de dolor, heridas, amargura y resentimientos.
En el texto que hemos leído podemos ver que el modelo de Dios para el matrimonio está basado en LA SINCERIDAD, EN LA TRANSPARENCIA, EN NO TENER NADA OCULTO.
¿CUÁLES SON LOS FILTROS DE LOS QUE ESTAMOS HABLANDO?
Muchos matrimonios TIENEN UNA APARIENCIA DE FELICIDAD
Muchos matrimonios TIENEN UNA APARIENCIA DE UNIDAD
Muchos matrimonios TIENEN UNA APARIENCIA DE ESPIRITUALIDAD
Muchos matrimonios TIENEN APARIENCIA DE ARMONÍA FAMILIAR.
Pero ¿CUÁL ES LA REALIDAD QUE TENEMOS QUE COMPRENDER? Tenemos que comprender que esposos podemos engañar a los hombres con apariencias, pero delante de Dios el corazón del matrimonio está desnudo y a él nada se le puede ocultar (Hebreos 4:13) Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.
Es decir que a pesar de lo que podamos aparentar Dios conoce la realidad dentro de muchos hogares: INFIDELIDAD, VIOLENCIA, INDIFERENCIA, DIVISIÓN y RESENTIMIENTO.
La pregunta que debemos responder este día es ¿CÓMO PODEMOS CAMBIAR NUESTRA REALIDAD? ¿CÓMO PODEMOS CONVERTIRNOS EN MATRIMONIOS SIN FILTROS?
Primeramente tenemos que declarar una verdad muy importante: ¡DIOS PUEDE TRANSFORMAR CUALQUIER REALIDAD MATRIMONIAL!
¿QUÉ NECESITAMOS PARA QUE EL SEÑOR TRANSFORME NUESTRO MATRIMONIO? VEAMOS LO QUE NOS ENSEÑA LA PALABRA DE NUESTRO DIOS:
I) RECONOCIENDO LA REALIDAD ACTUAL DE NUESTRO MATRIMONIO CON HONESTIDAD
(JUAN 8:32) Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.
Tenemos que comprender que no hay restauración sin honestidad, es decir, el primer paso para el cambio es aceptar la realidad del matrimonio.
La clave para que Dios transforme un matrimonio es DEJAR DE FINGIR QUE TODO ESTÁ BIEN, reconocer la verdad con humildad y honestidad.
Lastimosamente muchos matrimonios cristianos se mantienen estancados en la crisis porque VIVEN NEGANDO O MAQUILLANDO SU SITUACIÓN, pero la transformación de Dios comienza cuando dejamos de aparentar y empezamos a ser sinceros delante de Él y entre nosotros.
Nuestro matrimonio necesita que hablemos de las VERDADES INCÓMODAS de nuestro hogar, de los temas que no queremos hablar, PERO CON SABIDURÍA Y MADUREZ, no para pelear o buscar culpables, sino para restaurar nuestra relación (Proverbios 25:11-12) Manzana de oro con figuras de plata Es la palabra dicha como conviene. 12 Como zarcillo de oro y joyel de oro fino Es el que reprende al sabio que tiene oído dócil.
II) ESTAR DISPUESTOS A RENDIR NUESTRO MATRIMONIO A LA VOLUNTAD DE DIOS
(Salmo 127:1) Si Jehová no edificare la casa, En vano trabajan los que la edifican; Si Jehová no guardare la ciudad, En vano vela la guardia.
Seguramente como matrimonio hemos tratado de diferentes maneras de mejorar nuestra relación, pero han sido en vano, porque lo hemos hecho a nuestra manera, no a la manera de Dios.
¿Pero qué significa hacer las cosas a la manera de Dios? Significa rendir nuestra soberbia, nuestros caprichos, nuestro orgullo, nuestros enojos bajo la voluntad de nuestro Dios.
PRACTICANDO EL PERDÓN Y LA RECONCILIACIÓN (Efesios 4:32) Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.
Muchos matrimonios están estancados en pleitos, reclamos, dudas, y amargura por heridas que no se han perdonado.
Tenemos que comprender que perdonar no es olvidar, sino que es decidir sanar y restaurar la confianza en la relación.
Nuestro corazón normalmente no quiere perdonar, nuestro corazón lleno de enojo y soberbia lo que quiere es devolver mal por mal, es por eso que perdonar significa RENDIR NUESTRA VOLUNTAD A LA DE DIOS para hacer lo que su palabra nos manda (Romanos 12:17) No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres.
BUSCANDO EL CONSEJO DE DIOS COMO PRIORIDAD PARA LAS DECISIONES DE NUESTRO MATRIMONIO (Salmos 33:11) El consejo de Jehová permanecerá para siempre; Los pensamientos de su corazón por todas las generaciones.
Es necesario reconocer que muchos matrimonios no se restauran por causa de SUS MALOS CONSEJEROS.
Por causa de personas que quieren imponer sus opiniones las cuales muchas veces están equivocadas, llenas de amargura, de mundanalidad, y que no ayudan en nada a la restauración del hogar (Efesios 4:18) teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón;
Como matrimonios cristianos la pregunta clave es: ¿QUE ES LO QUE DIOS QUISIERA QUE HAGAMOS?.
III) NO DEMOS TODO POR PERDIDO, PARA DIOS NO HAY NADA IMPOSIBLE
(LUCAS 18:27) Él les dijo: Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios.
Muchos matrimonios solamente aparentan estar bien aunque todo esté en realidad destruido porque creen que NO CREEN QUE SU MATRIMONIO SE PUEDA RESTAURAR EN LA REALIDAD.
En lugar de aparentar estar bien, confiemos que para nuestro Dios no hay nada imposible.
Traigamos con fe los pedazos que quedan de nuestro matrimonio, traigamos nuestro matrimonio dañado, destruido, sin amor, sin pasión, y permitamos que nuestro Dios obre sus maravillas, pongamos nuestro matrimonio en las manos de aquel que puede hacer posible lo imposible.
CONCLUSIÓN: Un matrimonio sin filtros es un matrimonio sincero, sanado y fortalecido por Dios. No hay realidad tan rota que Cristo no pueda transformar. Pero todo comienza con una decisión: dejar de aparentar y empezar a edificar sobre la verdad y el amor de Dios.
